FRAY BENTOS

Un hombre fue condenado por abusar sexualmente de sus hijastras de 10 y 12 años

La madre de las víctimas sorprendió a su concubino con la mayor de sus hijas. Otro hombre fue condenado por abusar de la hija de un amigo.

Una madre sorprendió a su concubino abusando sexualmente de su hija de 12 años. La mujer corrió con su hija al baño, mientras el hombre le gritaba y le pedía que lo perdonara y no lo denunciara.

En ese momento, la niña narró que desde hace tiempo que era víctima de violación una vez que su progenitora se dormía y que se encontraba amenazada. Su hermana, de 10 años, también le confesó a su madre, que su padrastro abusaba de ella, pero no había podido contarle por amenazas de que iba a destruir a su familia.

Una médica constató y documentó la violación. En audiencia judicial, el acusado admitió los hechos y aceptó la tramitación del proceso abreviado.

El juez penal de 1º turno de Fray Bentos, Claudio de León, condenó al hombre de iniciales E.J.G, como autor penalmente responsable de reiterados delitos de violación en reiteración real con reiterados delitos de abuso sexual, a la pena de seis años de penitenciaría

Se impuso además, el pago por parte del condenado a las víctimas de la compensación pecuniaria establecida en la Ley 19.580 para cada una, por un monto equivalente a 12 ingresos mensuales del condenado, o en su defecto 12 salarios mínimos, y la inhabilitación para el ejercicio de cualquier cargo en el ámbito público o privado, en el área educativa, de la salud y todas las que impliquen trato directo con niños, niñas y adolescentes por el término de 10 años, así como la suspensión en el ejercicio de la patria potestad.

En la misma jornada, hubo otra resolución judicial, condenando a C.E.V.P, como autor penalmente responsable de reiterados delitos de atentado violento al pudor especialmente agravados a la pena de dos años y seis meses de penitenciaría.

El hombre, que trabaja como albañil, estaba cumpliendo tareas en casa de un amigo y abusaba de la hija de este. La menor no se animó a contarle a su madre hasta que el hombre terminó el trabajo y no fue más a la casa.

El juez de León decidió enviarlo a la cárcel de Cañitas.

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