TRATA URUGUAY-ESPAÑA

Las dos cabecillas uruguayas de la red de explotación sexual fueron enviadas a prisión en España

Una de ellas tiene 56 años, ya había estado presa por el mismo tema, y heredó la organización hace algunos años.

¿Quiénes son los tres integrantes de la red de trata y explotación sexual que fueron detenidos en Uruguay en el marco de la operación conjunta don quijote?

Se trata de un agente de viajes que se encargaba de facilitarles los pasajes aéreos a las víctimas, recibía los giros de las mujeres y preparaba sus salidas hacia España; en su casa de Pocitos la Policía encontró 56.000 dólares y una lista con datos de las víctimas; un joven que oficiaba de cadete y cooperaba llevando y trayendo documentación y una mujer que era quien captaba a las víctimas en barrios periféricos.

Los tres fueron imputados por el delito de trata de personas y enviados a prisión preventiva por 150 días.

La organización operaba desde 2017 captando a mujeres de contexto crítico a quien mediante falsas promesas llevaban a la localidad española de Alcalá de Henares para ejercer la prostitución en condiciones de esclavitud.

Allí fueron identificadas 29 víctimas uruguayas y detenidos otros cinco integrantes de la red, entre ellos, la cabecilla: una mujer uruguaya de 56 años.

Esta mujer ya había sido parte de una red de trata y explotación que fue desmantelada en el año 2013 en Sevilla en el marco de la operación Marylin: explotaban a mujeres en clubes nocturnos y comercializaban droga.

Una segunda uruguaya que también tiene en el entorno de los 50 años era quien cooperaba con la cabecilla en esta nueva red. Este jueves ambas fueron enviadas a prisión.

EN "CONDICIONES INHUMANAS Y DE ESCLAVITUD"

Las mujeres que eran reclutadas por la red de prostitución eran retenidas para el trabajo en condiciones inhumanas y de esclavitud, según informó la fiscal del caso, Silvia Lovesio.

La investigación comenzó en diciembre y requirió de escuchas y seguimientos para culminar la primera fase de a operación. Tres detenidos en Uruguay, cinco en España y 29 víctimas identificadas.

A partir de promesas de grandes sumas de dinero, las mujeres eran captadas en Uruguay y llevadas a las afueras de Madrid para ejercer la prostitución en condiciones inhumanas de esclavitud. La red se aprovechaba de la necesidad de las víctimas, casi todas con muchos hijos a cargo.

Eran España eran reclutadas en una casa y controladas permanentemente por la líder de la red de prostitución y las otras cuatro colaboradoras. Las hacían trabajar en la carretera de once de la mañana a 20 horas.

Pasaban hambre, frío y no tenían permitido salir solas. Sus familias estaban amenazadas y si querían dejar la red tenían que pagar 2.000 euros. Ahora están siendo asistidas por el Consulado Uruguayo en Madrid y se procura traerlas para brindarles protección en el ámbito de la Fiscalía uruguaya.

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