Un matrimonio argentino que estaba en la casa de al lado avisó a la Policía y a Bomberos de Castillos, alertados por el olor a humo primero y por las llamas después.
Vecinos y turistas formaron una cadena humana para tirar agua con baldes, pero casi nada pudieron hacer. Las llamas destruyeron rápidamente a las dos viviendas.
Una de las casas afectadas era una de las más antiguas del balneario, ya que estaba censada desde 1974.