TIROTEO CON LA POLICÍA EN CORDÓN

Un condenado fijó una boca de drogas como domicilio para cumplir arresto domiciliario, pero terminó en prisión

El hombre de 29 años se había enfrentado a tiros con la Policía en el barrio Cordón. Como el lugar había sido tapiado y su madre se deslindó de él, la Justicia revocó la decisión.

El hombre de 29 años que se enfrentó a tiros con la Policía en el barrio Cordón fue enviado a prisión domiciliaria. Fijo como lugar de residencia una boca de venta de drogas.

La vivienda donde fijó domicilio, fue tapiada en busca de "desarticular los lugares de consumo y aglomeración de personas consumidoras de sustancias prohibidas", indicó la Policía. Se tapió y soldó las aberturas de la vivienda, donde se vendían drogas "durante las 24 horas", añadió.

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Vivienda tapiada. Foto cedida a Subrayado.

Vivienda tapiada. Foto cedida a Subrayado.

La Policía se enfrentó a tiros con el delincuente en horas de la madrugada del pasado martes en el barrio Cordón.

El episodio comenzó cuando las autoridades tuvieron conocimiento del hurto a un local de repuestos. El propietario permitió el paso de los policías, que ingresaron en busca del ladrón.

Cuando uno de los efectivos subía una escalera fue sorprendido por el delincuente, que le golpeó la cabeza, le robó el arma de reglamento y escapó, indicaron fuentes policiales a Subrayado.

Tras una corta persecución, el delincuente se atrincheró dentro de una vivienda, donde, según vecinos, funcionaba una boca de venta de drogas, y se enfrentó a tiros con varios policías que iban tras sus pasos. Usó toda la munición del arma que le había robado a un funcionario policial, hasta que fue detenido. Resultó herido de bala en una pierna y tras recibir asistencia médica, quedó a disposición de la Justicia.

Este jueves, finalizada la audiencia correspondiente, el hombre de 29 años, que no tiene antecedentes penales, fue imputado como autor de un delito de hurto en grado de tentativa, un delito de atentado agravado y un delito de daño agravado. Se lo condenó a 15 meses de prisión, pena que tenía que cumplir de la siguiente manera: 4 meses de arresto domiciliario total y 11 meses en régimen de libertad a prueba.

El imputado fijó como domicilio el lugar donde se había atrincherado, y según vecinos, allí se venden estupefacientes. Rápidamente, la Policía tomó cartas en el asunto y logró tapiar el lugar por lo que el sujeto tuvo que ser llevado a la casa de su madre, en Las Piedras, departamento de Canelones. La mujer dijo que no quería saber nada con su hijo y ahora personal de Investigaciones de la Zona Operacional I lo detuvo otra vez. Sin un lugar donde estar, la Fiscalía debía resolver sobre su situación.

Finalmente, la Justicia revocó la prisión domiciliaria y el delincuente fue enviado a prisión para el cumplimiento de su condena.

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