Tributo al agro no tiene votos: el FA otra vez el gran opositor

Saravia, Astori, Michelini y Nin Novoa ya adelantaron su negativa a la propuesta del presidente Mujica. Los productores rurales prefieren pagar impuesto a la renta

 

Los senadores oficialistas Jorge Saravia, Danilo Astori y Rafael Michelini ya adelantaron que no votarán el proyecto de ley que busca gravar las extensiones de tierra de más de 2.000 hectáreas, tal como está planteado por el presidente José Mujica. En la misma línea, el líder de Alianza Progresista, Rodolfo Nin Novoa, otro conocido productor rural, dijo que su posición es “no tocar mucho la tributación” y adelantó que está en contra de la solución que impulsa el presidente. “No la veo mucho”, aseguró.

Para muchos observadores políticos, este acto de desobediencia es una consecuencia del fracaso interno que representó para la agrupación de gobierno la no aprobación de la ley interpretatva de la Caducidad. Lo curioso es que el agro logró consensuar opiniones de líderes de izquierda que estaban de un lado y del otro de la solución para el tema derechos humanos.

De este modo no estarían los los votos para aprobar el proyecto de ley del presidente, y confirmaría la tesis que el principal opositor del gobierno es el propio gobierno frenteamplista.

Si su planteo original llegara hoy al Parlamento en un proyecto de ley no lograría las  mayorías requeridas y fracasaría  a pesar del domino que el Frente Amplio tiene en ambas cámaras.

“Yo así como viene no lo voto”, sostuvo el senador Jorge Saravia advirtió que no apoyará la propuesta de Mujica si el borrador que mostró el mandatario el lunes en el Gabinete Productivo llega a ser considerado en la Cámara Alta.

Argumentó que la propuesta es “contradictoria” con la reforma tributaria del FA y sostuvo que generará “una inestabilidad brutal” entre los inversores. Además dijo que, a su juicio, tendrá los efectos contrarios a los deseados. “El que lanzó la idea, en vez de asesorarlo, es enemigo de Mujica”, sostuvo Saravia.

Adentro del astorismo nucleado en el Frente Líber Seregni coexisten desde la mirada cautelosa de Asamblea Uruguay hasta la posición abiertamente contraria al impuesto del líder del Nuevo Espacio, el senador Rafael Michelini.


Para Astori, el impuesto a la tierra que propone Mujica tendría efectos negativos en el agro y las inversiones, además de cambiar las reglas del juego. Parte del FA y la oposición se alinean tras la alternativa de que suba la tributación a la renta.

"Si el impuesto a la tierra tiene los efectos negativos que pienso que puede tener, puede afectar el valor de la tierra y dificultar el mantenimiento de altos niveles de productividad en el agro", expresó ayer el vicepresidente Danilo Astori.

Astori, junto a los ministros de Economía, Fernando Lorenzo (en Estados Unidos); Tabaré Aguerre (Ganadería), y Enrique Pintado (Transporte), elabora un diseño alternativo al del presidente José Mujica para la suba de aportes del agro.

El mandatario y el director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP), Gabriel Frugoni, defienden un aumento en la tributación a los propietarios de campos de más de 2.000 hectáreas y así lo plantearon formalmente el lunes 6 en la última reunión del gabinete productivo.

Astori y los tres ministros involucrados en esta materia coincidieron en que el sector rural debe pagar más pero no en la forma que lo plantea Mujica. El vicepresidente y esos tres secretarios de Estado son partidarios de que el campo pague en relación a la productividad y rentabilidad de las tierras y no de su tamaño.

Las cuatro principales gremiales del agro (Federación Rural, Asociación Rural, Cooperativas Agrarias Federadas y Asociación Nacional de Productores de Leche) Esa rechazaron la iniciativa del presidente José Mujica de aplicar un impuesto adicional a la Contribución Inmobiliaria Rural para realizar obras de caminería rural.

“Estamos dispuestos a dialogar con el gobierno, si nos llaman, y a realizar nuestro aporte para encontrar un mecanismo para que los que usan las rutas y caminos para sacar su producción paguen para su mantenimiento”, dijo Bianco a El Observador, pero advirtió que, como contrapartida, los privados deben “tener la garantía de que las obras se hagan”.

El presidente de la Asociación Rural, José Bonica, se pronunció a favor de que el Impuesto a la Renta de las Actividades Económicas (IRAE) es la mejor herramienta considerando que desde la reforma tributaria no se han levantado voces en contra de este impuesto que se centra en la renta.

Mujica propone, por el contrario, cobrar el tributo como un adicional a la Contribución Inmobiliaria. Gravaría la tenencia de tierra sin contar los activos. De todos modos, la contribución rural tiene en cuenta el índice Coneat, que contiene una medición de productividad de la tierra y se establece sobre la base de cercanía del ampo a rutas y centros poblados.

El nuevo impuesto establece el pago por hectárea de campo en extensiones en forma gradual, desde 2.000 y hasta más de 10.000 hectáreas en una escana desde 4 hasta 16 dólares por héctarea.

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