CASO LOLA

Tribunal de Apelaciones confirmó condena de Leonardo David Sena por el homicidio de Lola Chomnalez

El Tribunal de Apelaciones confirmó la condena de primera instancia en el caso Lola Chomnalez: homicidio muy especialmente agravado, con una pena de 27 años y 6 meses de prisión.

El Tribunal de Apelaciones que entendió en el caso la adolescente argentina Lola Chomnalez confirmó el fallo de primera instancia que condenó a Leonardo David Sena Cabrera como autor penalmente responsable de un delito de homicidio muy especialmente agravado, a la pena de 27 años y 6 meses de penitenciaría, con descuento de la preventiva sufrida.

La defensa de Sena había apelado el fallo de abril de este año, y ahora el Tribunal confirma la sentencia en segunda instancia. La última instancia que le queda a la defensa es recurrir a la Suprema Corte de Justicia para un fallo definitivo.

Según el fallo del Tribunal de Apelaciones, al que accedió Subrayado, “la causa (contra Sena) se desarrolló en tiempo razonable, contando las partes con todas las garantías del debido proceso legal”, y agrega que “sustancialmente se coincide con las conclusiones de la sentencia en estudio, por lo que se procederá a confirmar la misma”.

Los hechos probados, según el Tribunal de Apelaciones

“Resulta plena y legalmente probado que el día 28/12/2014, alrededor de la hora 15:00, la adolescente de nacionalidad argentina Lola Luna Chomnalez Belmonte, que se encontraba de vacaciones en el balneario Valizas del departamento de Rocha, caminaba por la playa hacia Aguas Dulces”, dice el fallo de Apelaciones, y agrega: “Leonardo David Sena Cabrera se encontraba en horario de descanso de su jornada laboral, estando en la playa y así abordó a Chomnalez Belmonte, llevándola hasta la zona de los médanos en donde le dio muerte con la finalidad de apoderarse de los bienes que aquella llevaba consigo”.

Segundo agresor de Lola Chomnalez

El Tribunal sostiene en su falllo (publicado este 12 de setiembre de 2024), que “en el cuello había dos heridas de bordes anfractuosos, que a su juicio es posible que se trate de otra arma, dando lugar a la presencia de un segundo agresor”.

“Se concluye que en el hecho participaron más de un agresor, y es posible que la muerte haya acaecido por el doble mecanismo: la herida en el cuello y la aspiración de arena. La Junta de peritos sostiene la existencia de más de un agresor, de complexión delgada, poco musculoso”, concluye.

La prueba de ADN contra Leonardo David Sena

El Tribunal coincide con el fallo de primera instancia en que “las manchas de sangre encontradas en el DNI pertenecen a Lola y a un hombre, y la ubicada en la toalla, pertenece al mismo hombre. La toalla estaba en el interior de la mochila, siendo uno de los primeros objetos en extraerse. La sangre en el DNI estaba en su parte superior, y por la forma en que estaba colocado dentro de monedero, es uno de los lugares donde probablemente haya tocado la persona que lo revisó y hurtó el dinero. En virtud que el imputado revisó la mochila y el monedero, es que surge la sangre de ambos mezclada, lo que prueba en forma irrefutable que fue partícipe del hecho, ya que también se lastimó en el forcejeo y ataque a Lola, manchándose con la sangre de esta”.

“Practicados los exámenes pertinentes, resultó que las manchas de sangre del masculino correspondían al encausado, para tal fin se llevó a cabo toda una investigación genética que culminó con ese resultado”, indica el Tribunal, y concluye que por esto “se logró ubicar a Leonardo David Sena Cabrera, que no se encontraba registrado por su huella genética, resultando su ADN coincidente con el hallado en la toalla y DNI de Lola”.

“Hay que tener en cuenta que para que la sangre pueda mezclarse, ambas heridas necesariamente debieron producirse en el mismo momento o con minutos de diferencia, por la natural consecuencia de la coagulación de heridas poco profundas o superficiales, como se describe en el certificado forense. (Por eso) la única explicación razonable sobre la presencia del ADN de Sena Cabrera en el DNI de la víctima y en la toalla, es que se autolesionó mientras forcejeaba y hería a Lola con la misma arma blanca, siendo el autor o uno de los autores de su homicidio”, finaliza.

El Tribunal recuerda además que en su momento fue condenado por encubrimiento Ángel Moreira Martínez, “revocando la decisión de primera instancia que lo absolvió, condena que fue ratificada finalmente por la Suprema Corte de Justicia”.

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