LA HISTORIA DE AMANDA

Tiene 84 años y no ve, pero a través del aroma y el tacto teje lana cruda en Paysandú

"Siempre tiene que tener un aroma distinto uno del otro, para saber", afirma. Las agujas las tiene marcadas para distinguirlas.

Amanda es de Paysandú, tiene 84 años, es ciega y con los aromas y el tacto trabaja haciendo hilados de lana cruda.

“Yo compro la lana y tengo que hilar sucia la lana, así como viene de la oveja. Después la hilo, hago madeja, y la lavo con mucho producto. Se enjuaga tres veces y se le echa un producto que es el antipolilla, el suavizante, algo que sujeta la fibra”, narra. Después de todo ese proceso, a cada madeja le pone un tipo distinto de producto de limpieza perfumado para distinguirlas cuando está trabajando.

“Siempre tiene que tener un aroma distinto uno del otro, para saber”, afirma. Las agujas las tiene marcadas para distinguirlas.

“Yo estoy tan agradecida con la gente. Ahora Amanda hace años que está solo disponible para agradecer a Dios que me dejó llegar hasta los 84 años, y que todavía me puedo vestir, bañar, lavar la ropa, los pisos. Hasta la aguja la puedo enhebrar para coser a mano. Coso a máquina. Lo que me pidan”, comparte.

Los teléfonos de contacto son 094737994 y 098292063.

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