"Quiero ser un ángel": último mensaje de joven enferma de fibrosis quística

Bridges era una mujer muy dinámica y tenía muchos planes: era modelo y había montado un negocio de cosméticos dos años atrás.

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Pero aún así bajó las brazos en forma consciente. A los 28 años, dijo basta. Sufría la enfermedad desde los 3 meses de vida. Su aparato respiratorio y el digestivo estaban cada vez peor.

Dedicada en su tiempo libre al modelaje, la espera de un nuevo pulmón se hizo insoportable para Bridges, quien vivía conectada a un respirador artificial. Ese tiempo fue demasiado. Y cuando los médicos le comunicaron que incluso en su estado su cuerpo podría reaccionar contrario a un trasplante, decidió poner punto final a su vida.

Jacqueline Jones, su madre, visiblemente conmovida, abogó por una campaña para la donación de órganos en el país.

Además. no le extrañó la decisión de Kistin y su entereza, forjada en años y años de sufrimiento.

"Esperé enterrarla desde que tenía tres meses de vida. Estoy muy agradecida del tiempo que tuvimos juntas", dijo Jaqueline. "Me dijo: 'Mamá, ya estoy. Avisa al doctor, quiero terminarlo. Quiero que sea rápido".

Y antes que su madre tratara de disuadirla, le apuntó directamente al corzaón: "quiero ser un ángel".

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