luto en el carnaval

¿Quién era el "Cachete" Espert? Desde Batlle, Mujica, Archie Moore y hasta los canillitas

Enrique "Cachete" Espert falleció el 23 de diciembre a los 78 años, por problemas de salud.

El “Loco Pamento” tenía la voz fina, aflautada, y su hijo Cachete la voz afónica, con carraspera; ni uno ni otro precisaban levantar la voz para hacerse respetar. Eddie tampoco gritaba, pero imponía su voluntad.

Humildes canillitas y viejos carnavaleros daban lo que fuera necesario en reciprocidad por la ayuda de esta familia.

Afines a los códigos de barrio de una época ya ida, los Espert sentaban a su mesa a humildes vendedores de diarios de la calle y a jefes de Estado.

Carnaval, pingos, asados y canillitas: amigos de lo amigos, y muy respetado por el resto, los Espert han sido una familia parte vinculada a las expresiones más populares y tradicionales y con vínculos estrechos con el poder político, sin importar color de divisa o de ideología.

Domingo Espert, conocido por el apodo de "El Loco Pamento", fue uno de los fundadores del sindicato de vendedores de diarios, junto al gallego anarquista Adrián Troitiño.

El “Loco Pamento” lo dirigió durante la edad dorada de la prensa en Uruguay, en la década de 1950.

Era la época de popularidad de los diarios, con canillitas que voceaban “Fútbol, crimen y carreras” y los uruguayos consumían información y entretenimiento impreso en papel rústico, decenas de miles cada mañana y cada tarde.

Domingo vivía con pasión el carnaval y en 1922 había fundado la murga “Los Saltimbanquis”, que fue un conjunto innovador en maquillaje, canto y libreto. Lo vivía como un campeonato de fútbol, celebrando como goles cuando la platea del tablado festejaba una cuarteta del popurrí o lagrimeaba en la despedida, y al levantar la copa del campeón del concurso.

Así fue en 1926 cuando su murga, Saltimbanquis, ganó el primer premio y de esa forma cortó la racha de Curtidores de Hongos, que habían ganado en 1922, 1923, 1924 y 1925. “Pamento” cortó el quinquenio y asombró al mundillo carnavalero, quedando arriba de “Criticones por un Rato”, “Amantes a la Gomina”, “Curtidores de Hongos”, “La Siempre con Ganas”, “Siete a Siete es un Empate” y “Alimentados a la Viruta”, otras grandes murgas que quedaron en los siguientes puestos de la tabla.

Aquella murga fundada en 1924 en un rincón de la calle Andes contra el murallón de Rambla Sur que sufrió “la piqueta fatal del progreso”.

Domingo Espert dejó una herencia patrimonial y social a sus hijos Eddie, Enrique (“Cachete”), Eduardo y Graciela: la continuidad a su obra gremial, turfística y de cultura popular.

Eddie y Enrique Cachete Espert fueron los herederos de Domingo, cada uno con su estilo propio.

Eddie falleció en 2017 a los 66 años; había quedado como el principal dirigente del Sindicato y Caja de Auxilio de los Vendedores de Diarios y Revistas, y se había consolidado como distribuidor mayorista de publicaciones, con mucho poder. Era lo que se conocía en ese mundo de venta de diarios como "canilludo" o "sucursalero".

Enrique asumió responsabilidad en el mundo carnavalero y volvió con su murga, para competir en tiempos nuevos, con otros códigos de humor y otras exigencias de concurso.

Le costó acomodarse a los hábitos de lenguaje políticamente correcto y no podía entender por qué no se podía hacer un concurso de Reina de Carnaval o porque debían participar trans en esas circunstancias.

Enrique Domingo Espert Yriarza murió este sábado a los 78 años: su hermano Eddie había nacido justo en la Navidad de 1950.

"Cachete" Espert se había codeado con todos los presidentes y cuando la izquierda llegó al poder, algunos creyeron que los carnavaleros tradicionales no tendrían lugar, pero Enrique aclaró que sus vínculos eran con todos y en nota a El Observador contó una anécdota especial: "Con el presidente Tabaré Vázquez tuvimos un par de reuniones. Él era nuestro doctor en el sindicato de canillas; era oncólogo del sindicato de nosotros. Nos conocemos. Cuando traje a Archie Moore lo invité a las peleas... Nos vemos una vez cada tanto".

Con la partida de “Cachete” el carnaval está de duelo y da vuelta una página de una época popular de su historia.

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