Playas del centro de California plagadas de tiburones blancos debido al aumento de la temperatura

Su presencia ya está haciendo efecto en las nutrias marinas que están siendo devoradas por esta especie y esto desencadena un efecto en cascada, ya que las nutrias se alimentan de erizos de mar, que proliferan y si no son extraídos ponen en riesgo los bosques de algas marinas, que, a su vez, es el hábitat marino vital que da alimento y refugio a peces, mamíferos y aves.

Los tiburones blancos miden un promedio de 5 metros, viven unos 70 años y recorren los mares del mundo a miles de metros de profundidad.

Pero sus crías, a las que abandonan a temprana edad, son vulnerables al frío de las profundidades oceánicas y por ello pasan su tiempo en porciones de agua más cálidas en las regiones costeras.

Los especímenes jóvenes solían encontrarse en el sur de California pero ahora hay avistamientos en la bahía de Monterrey, cientos de kilómetros al norte de su zona tradicional.

Este hecho también preocupa para la industria del turismo, porque la presencia de estos tiburones puede desestimular a las personas que eligen estas playas como destino para las vacaciones.

Frente a ésto, las autoridades de California han decidido cambiar el discurso y presentarlos como un nuevo atractivo turístico y la posibilidad de ver a esta especie en un entorno natural.