POLICÍA CIENTÍFICA

"Mi sueño era mirar a los padres y decirles que dejamos todo", dijo genetista en caso Lola

"Mi sueño siempre fue poder mirar a los padres a la cara y decirles que lo dejamos todo", dijo sobre su motivación en el caso.

La directora del Registro Nacional de Huella Genética, Natalia Sandberg, se refirió este martes al rol que tuvo en la investigación por el crimen de la adolescente argentina Lola Chomnalez que, gracias a un trabajo inédito, se logró llegar al sospechoso del crimen.

La genetista, clave para encontrar de quién era el ADN que aparecía en las pertenencias de Lola, dijo que fue emocionante saber que habían dado con el hoy procesado por el crimen. "En lo personal, mi sueño siempre fue poder mirar a los padres a la cara y decirles que lo dejamos todo", comentó. También sostuvo que durante la investigación, que fue "silenciosa", los padres de Lola no sabían que ella estaba buscando con un método inédito al principal sospechoso del crimen.

La genetista, explicó que la línea de investigación surgió basándose en el principio de que "hay familias criminales" en la base de datos de la Policía Científica. "Hay más de 80.000 perfiles genéticos", explicó y agregó que en la genética se puede ver que "existen familias de criminales enteras". Por esto, aclaró, intentó usar ese conocimiento para "poder convertirlo en un hallazgo genético".

La idea inédita que permitió llegar al hombre que dejó su ADN, a través de su sangre en las pertenencias que Lola tenía en su mochila, surgió especialmente para este caso. "La idea es aplicarlo a todos los demás casos. Nosotros trabajamos de igual manera todos los casos", sostuvo Sandbegr.

David Sena, procesado por el crimen de Lola, no estaba en esa base criminal a la que hizo referencia Sandberg. Por eso, indicó la genetista, "le busqué la vuelta para buscar parentesco familiaridad de algún otro que estuviera en esa base criminal respecto a quien hallara ADN". Así fue que se halló un ADN similar por un medio hermano del actual procesado que estaba preso. De esa manera se fueron trazando distintas líneas investigativas para llegar a Sena. Su ADN coincidió 99,9% al hallado en la escena del crimen.

Sandberg, a quien se le ocurrió la idea de buscar las líneas familiares para poder llegar a ese ADN de Sena, dijo que la idea se le ocurrió hace dos años. "No tendríamos por qué haberlo hecho porque no es trabajo habitual. Se me ocurrió hace dos años y desde hace dos años estoy luchando para poder llegar" a quien correspondía ese ADN, dijo y agregó: "Implicó darme la cabeza contra la pared un millón de veces, pero a ensayo y error, estudios, asesoramiento en el extranjero hoy podemos decir que hemos resuelto", dijo.

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