Las razones que llevaron a la destitución de Fernando Lugo
Los 17 muertos de Curuguaty le valieron el juicio político al presidente, que asegura estar frente a un golpe de Estado. Las causas de esta grave situación.
El presidente paraguayo Fernando Lugo dijo a radio 10 de Buenos Aires este viernes: "lo que se está haciendo es un golpe de Estado al presidente".
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Una semana atrás, el gobierno de Fernando Lugo quedó mal parado. La Policía se enfrentó en Curuguaty a un grupo de campesinos sin tierra, quienes ocupaban el predio de uno de los grandes latifundistas del país.
El saldo fue devastador: 17 muertos y más de 80 heridos.
Lugo, uno de los presidentes progresistas de América Latina, quedó en evidencia al defender con francotiradores a uno de los paraguayos más ricos, un productor sojero y ganadero, frente a decenas de familias pobres y desarmadas.
La situación abrió una caja de pandora inesperada: quienes dispararon contra los policías eran personas con preparación militar inflitrados entre los "sin tierra" financiados por grupos "golpistas" afines a las grandes corporaciones.
Como consecuencia del escandaloso episodio, el ministro del Interior Carlos Filizzola renunció al igual que el jefe de Policía. Hacía muchos años que había enfrentamientos entre las fuerzas de choque y los campesinos, pero nunca había muerto un policía.
La figura de Lugo ya venía en un proceso de deterioro a nivel público. Su vicepresidente Federico Franco, del Partido Liberal, le había quitado el apoyo y se ofrecía como alternativa de poder. Habían llegado juntos al gobierno hace cuatro años como socios en la Alianza por el Cambio.
La ecuación electoral siempre desfavoreció al ex obispo ya que los liberales habían aportado más de 70% de los votos.
Un editorial publicado hoy por el diario ABC, el de mayor consideración en Paraguay, pide al presidente un paso al costado:
"Si hacemos números, el voto popular que él invoca está hoy mayoritariamente en su contra. Fernando Lugo accedió a la Presidencia de la República mediante el voto de 766.502 paraguayos. El Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), miembro principal de la Alianza Patriótica para el Cambio que lo aupó al poder, le aportó 507.000 votos, es decir, el 66% del total.
Con la lógica de la voluntad de las urnas planteada ayer por el presidente Lugo, el PLRA, al apartarse del Gobierno que él encabeza, lo dejó automáticamente huérfano de ese impresionante 66% del total de votos recibidos. Y si se considera que la mayoría de los partidos políticos con representación parlamentaria ahora están impulsando el juicio político al titular del Poder Ejecutivo, también debe concluirse válidamente que estos tienen en su haber la cantidad de votos obtenidos en las elecciones generales de 2008, es decir, los colorados más de 530.000; Unace, 379.000, y Patria Querida, unos 40.000. En total, 1.500.000 votos del pueblo paraguayo están hoy contra Fernando Lugo.
No obstante, más allá de lo que las cifras digan o puedan decir, lo cierto y lo concreto es que el Presidente de la República ha perdido el respaldo de la mayoría del pueblo paraguayo, y que en sus manos está la posibilidad de salir del poder por la puerta grande o hacerlo de manera indigna".
Los seguidores del presidente argumentan que desde hace tiempo hay un "plan golpista" dirigido por la Asociación Rural, la Unión Industrial, dirigentes del Partido Colorado, y lo que el imaginario paraguayo llama "los barones de Itaipú", los dueños del país que crecieron a la sombra de los 40 años de dictadura stroessneriana.
Como si fuera poco, a Lugo le salió un adversario poco imaginable: una guerrilla llamada el Ejército Paraguayo de los Pobres (EPP), que comenzó a ocupar tierras con amenazas terroristas.
JUICIO POLÍTICO. El escenario adverso ya instalado y el episodio en Cuarguaty generó el pedido de juicio político.
Ayer la Cámara de Diputados votó 73 contra 1 y tres ausentes la convocatoria al presidente. Todo indica que la instancia de esta tarde terminará en destitución. El Senado otorgó un tiempo de dos horas para que el presidente Lugo exponga su defensa en el juicio político que se le sigue, pero el mandatario anunció que no concurrirá y que será representado por sus abogados.
Lugo dijo este jueves que no presentaría su renuncia y aceptaría el juicio político, acatando las consecuencias que este le pueda traer. pero además denunció ante el pueblo que “la voluntad expresada en las urnas el 20 de abril del 2008 está siendo objeto de un ataque inmisericorde”.
El presidente pidió esta mañana a la Corte suspender el juicio político hasta tanto se otorguen "las garantías constitucionales." La solicitud se realiza mediante una acción de inconstitucionalidad planteada ante la máxima instancia judicial. Pero el recurso fue rechazado y el juicio continúa su marcha.
Unos 9.000 policías se despliegan a estas horas en Asunción para evitar choques entre los manifestantes de uno y otro bando.
Paraguay ya conoce situaciones similares. El último juicio político a un mandatario fue en 1999 cuando el colorado Raúl Cubas fue acusado de mal desempeño de sus funciones tras el asesinato del vicepresidente Luis Argaña y la muerte de siete jóvenes manifestantes. Cubas renunció antes de que el juicio concluyera y se exilió en Brasil.
INESTABILIDAD Y SITUACIÓN ECONÓMICA. Lo curioso es que la situación de inestabilidad política no se condice con el desarrollo de la economía del país. La economía paraguaya podría crecer un 8,5% en el año 2013, registrando un fuerte repunte tras la contracción esperada para este año, siempre que el clima favorezca la producción agrícola, ha vaticinado este viernes el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El organismo prevé una contracción de 1,5% para este año, una estimación que coincide con la del Banco Central de Paraguay (BCP), debido a la caída en el sector agrícola por una severa sequía que afectó la producción de soja, uno de los motores de la economía.
Paraguay cerrará el año con una inflación de 5 por ciento, tras la moderación de los precios locales de los alimentos y de los precios internacionales de las materias primas, destaca el FMI
La desocupación ronda el 7,1%, a tono con el resto de la región.
En todo caso, el flanco débil del gobierno es la disciplina fiscal. El FMI estimó que la administración central tendrá un déficit de 2,5% del PIB.
Lugo proyecta financiar con la emisión de bonos en el mercado interno y créditos de organismos multilaterales, además de un aumento de los impuestos que generaría nuevas dosis de polémica a su gobierno.
FOTO: Ilustración de www.abc.com.uy
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