La pelea es por el negocio ilegal de siempre, microtráfico de drogas. Sin embargo, en el último tiempo las autoridades sospechan que además la mayoría de los grupos criminales detectados incursionó en el tráfico de armas. El alto poder de fuego que tienen estas organizaciones provoca una escalada de violencia nunca antes vista en Uruguay.
Dispuestos a perder la libertad y el dinero, pero no el poder; los clanes familiares en Montevideo en guerra territorial
El periodista de Subrayado, Miguel Chagas, realizó un informe especial sobre el microtráfico de drogas. Según los últimos datos oficiales en Uruguay, hay 9.900 adictos a la sustancia, y aproximadamente funcionan unas 600 bocas de venta.
Un narco recientemente enviado a prisión dijo a uno de los investigadores que “estaba dispuesto a perder la libertad y el dinero, pero no el poder”.
“La libertad y el dinero se vuelve a recuperar, el poder no”, dijo, según supo Subrayado. Ahí se explica la violencia desatada en los últimos enfrentamientos.
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Hoy inteligencia policial tiene detectado a varios “clanes familiares” que se disputan el territorio en varios barrios de la capital. En el Cerro de Montevideo tres grupos criminales se disputan el control de la zona. Los Colorados, Los Suárez y los Fernández Albín. Estas organizaciones son las que abastecen la bocas de droga en el centro de Montevideo y Malvín Norte. Las autoridades no tienen detectados grupos instalados en estos dos últimos barrios.
En Villa Española la disputa es entre Los Albín, Los Suárez y Los del Bicho. En el barrio Marconi Los Suárez parece tener el control de las bocas.
El negocio, la conocida pasta base en Uruguay. “Es un negocio rentable por el que las diferentes organizaciones están dispuestas a matar”, dijo a Subrayado una fuente de la Brigada Antidrogas.
Hoy las autoridades sospechan que la mayor cantidad de pasta base que llega a Uruguay proviene de Perú y es arrojada desde avionetas en el norte del territorio. En su momento se pensaba que la droga era arrojada en Argentina y que luego la cruzaban en lanchas por el río Uruguay. Sin embargo hoy, por los nulos controles, se presume directamente cae en territorio uruguayo. En Perú el kilo de pasta base cuesta mil dólares, en Montevideo, asciende al valor de 4.500 dólares. El narco hace 10.000 dosis con un kilo. La dosis es comercializada a $ 75. Es decir que esa inversión que hizo de 4.500 dólares, se traduce en aproximadamente 19.000 dólares.
Según los últimos datos oficiales en Uruguay, hay 9.900 adictos a la sustancia, y aproximadamente funcionan unas 600 bocas de venta.
Las autoridades estiman que una boca de drogas puede vender 250 dosis de pasta base por día. Alrededor de 7.500 dosis al mes.
La ecuación establece que una boca de drogas puede facturar al mes, cerca de 14 mil dólares, solo vendiendo pasta base.
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