Octavio Darío Rodríguez cumple hoy 40 años., una edad en la que -en general- y el fútbol ya no está en la agenda de los jugadores.
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Darío Rodríguez, el capitán de Peñarol, cumple hoy 40 años
Ya no tan veloz como en otras épocas, el zaguero y lateral aurinegro se las arregla para ser titular en cada uno los planteles que integra.
Desafiando su contextura física (mide 1.86) sigue en carrera pese a que año a año los rumores señalan que se va a retirar. Sin embargo, temporada tras temporada se las arregla para ser titular e imprescindible, más allá de su ascendencia natural y las nuevas contrataciones de club.
Hace 22 años debutó en primera división en la Institución Atlética Sud América. Allí permaneció tres años, logrando incluso el ascenso a la divisional A con los buzones.
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En México llegó su primera oportunidad en el exterior. Jugó dos años en el Toluca para luego regresar al fútbol uruguayo. Julio Ribas -su DT en Sud América- lo convocó para un proyecto exitoso: el Bella Vista que consiguió la Liguilla Prelibertadores (1997-1998).
Un año después recaló en Peñarol, que coincidió con uno de los mejores momentos de su carrera. Desde entonces se asentó en la selección uruguaya y fue titular en el Mundial 2002. Un gol de volea ante Dinamarca le dio mucha visibilidad y generó el interés de clubes europeos. El tanto fue reconocido por el diario británico The Times como el 4.º mejor gol en la historia de los mundiales.
En la celeste jugó 42 partidos y anotó 9 goles.
Así llegó al fútbol alemán después del torneo en Japón-Corea. El Schalke 04 lo hizo ídolo. Emigró junto a al tricolor Gustavo Varela.
ugó 6 años en el equipo, conquistando dos Copas Intertoto y una Liga de Alemania.
Volvió a Peñarol en 2008 y logró el Campeonato Uruguayo de la temporada 2009-10 y alcanzó la final de la Copa Libertadores 2011, siendo capitán del equipo durante gran parte del torneo.
En las últimas dos temporadas ha alternado entre el campo de juego y el banco de suplentes. Aunque está lejos de la plenitud y la velocidad de otros tiempos, cada vez que es llamado a jugar lo hace con destreza y profesionalismo.
Claro, a veces ha tenido que afrontar la impaciencia y el triunfalismo de los hinchas. Uno de ellos le dedicó una polémica canción apelando a su retiro.
Darío, como siempre, dio la cara. Y le respondió.
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