Un hombre de 20 años fue condenado a ocho años de penitenciaría (cárcel efectiva) por dos delitos de abuso sexual especialmente agravado, un delito de violencia privada y un delito de rapiña.
Condenan al acusado de abuso sexual en el caso donde una testigo cambió declaración
El caso es de 2019 y una testigo denunció este año que declaró lo que le dijo la fiscal. El juez entendió que el hombre es culpable y lo condenó.
El caso ocurrió en 2019 y desde entonces el imputado está recluido en la cárcel de Santiago Vázquez (ex Comcar) a la espera del juicio oral, que acaba de concluir con su condena.
El acusado -y ahora condenado- también deberá pagarle a la víctima 12 salarios mínimos como “reparación patrimonial”, dice el fallo judicial al que accedió Subrayado.
Dos hombres condenados por abuso sexual sin contacto corporal; la víctima tiene 13 años
Además no podrá ejercer la patria potestad ni tutela de menores de edad o personas con discapacidad, así como tampoco trabajar con esta población.
Este caso tuvo un giro inesperado a fines de setiembre de este año cuando una testigo dijo en el juicio que quería cambiar su declaración inicial (contra el acusado) porque había sido presionada por la fiscal.
Esa denuncia contra la Fiscalía sigue en etapa de investigación, sin embargo, el juez del caso entendió que había pruebas suficientes como para condenar al acusado por abuso sexual, violencia privada y rapiña. Según El País, la fiscal Sylvia Lovesio renunció al caso y fue sustituida por Mariana Alfaro.
El juez de la causa es Marcelo Malvar.
Se trata de un caso complejo. Una testigo denunció a Lovesio de aleccionarla para su declaración, informó El País. Por otro lado, la familia del procesado denuncia que los abogados de la contraparte extendieron una oferta de la victima para recibir dinero a cambio de retirar la denuncia.
La denunciante, de 40 años, denunció al agresor, que entonces tenía 18. Eran vecinos en la zona de Colón donde ocurrió el hecho, el 3 de setiembre de 2019.
La mujer declaró que iba a trabajar a las 5.30 horas. Se dirigió a la parada situada en César Mayo Gutiérrez y Fernando Menck. Allí fue abordada por atrás por el joven. Mediante amenazas la llevó a un descampado y la violó en en dos ocasiones.
Ambos se dirigieron después a un quiosco y compraron una bebida. Según el testimonio de la mujer, intentó pedir ayuda pero nadie reaccionó.
La versión del joven y de su familia es muy distinta. Dijeron que la mujer y el joven tenían una relación a espaldas de la pareja de ella. Y que fueron a comprar una bebida luego de mantener relaciones sexuales en forma consensuada.
Según el sitio web Stop Abuso, que recoge la versión de la madre del procesado, esa relación venía de tiempo atrás y era de conocimiento de la familia.
Para el juez resultó claro que la mujer no mintió. En su escrito de 52 páginas se preguntó por qué tener relaciones sexuales en un descampado.
Los abogados del procesado, Rafael Scelza y Diego Durán, respondieron a eso que el lugar no es indicio necesario para que sea una agresión sexual. De acuerdo a ellos la situación está dada por "clandestinidad" de la relación. Ese martes, dijeron, el esposo de la víctima estaba trabajando en el interior.
Pero el testimonio de la victima es consistente para el magistrado Malvar. Los peritos confirmaron el relato de la víctima y también encontraron coincidencias con el perfil psicológico del acusado y el hecho de que se le imputa. Existen además grabaciones de llamadas al 911 que resultaron fundamentales para la causa.
También descarta el consenso de la relación sexual dado el daño psicológico considerable que padece la víctima.
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