"SIEMPRE A TU LADO"

Cien años de Hachiko: el perro que murió esperando a su dueño en una estación de tren en Japón

En este espacio cinematográfico hemos hablado de aniversarios de actores y películas. Pero hoy, nos detenemos en una fiel estrella de cuatro patas, un can japonés llamado “Hachiko”. Una recordada historia llevada al cine con Richard Gere.

Por Jackie Rodríguez Stratta @

Hachiko era un perro japonés de la raza Akita nacido en 1923. Era un can callejero en la ciudad costera de Yalta, al norte de Japón.

Un animal afectuoso, cuyo dueño era un profesor que viajaba en tren diariamente a su trabajo para dar clases. Era su fiel acompañante para despedirlo, y luego para esperarlo en su retorno en la tarde.

Pero un día, el profesor no volvió. Y aquí comienza esta emotiva historia. En una recordada y emotiva película del 2009: “Siempre a tu lado”, protagonizada con Richard Gere.

Hachiko fue un perrito huérfano que se pierde en una estación de tren. Fue adoptado por un pasajero que lo vio y lo llevó a su casa para su familia. Se tomó su tiempo para educarlo, y se convirtió en su protector y fiel compañero. El animal creció, fue un robusto y educado ejemplar.

El can acompañaba cada día a su dueño hasta la estación cuando partía hacia la facultad. Regresaba solo a su casa, y en la tarde volvía a esperar a su amo a la estación y ambos regresaban diariamente a su hogar.

En mayo de 1925, el profesor tuvo un derrame cerebral, y nunca más volvió, había fallecido. Hachiko fue adoptado por diferentes residentes del lugar, pero el can se las arreglaba para escaparse para ir a esperar a su amo en la estación todos los días.

Soportó durante casi 10 años, la lluvia, el calor, el frío, con una sola premisa: esperar la llegada de su dueño, él no entendía lo que pasaba. En su mente, quizás en sus sueños, estaban los recuerdos de los momentos más felices junto a su amo.

Hachiko falleció esperando a su amigo en la estación del tren. El gobierno local y los residentes, en 1948, erigieron una estatua frente al lugar donde se sentaba a esperar a su dueño. Luego, se hizo una escultura ubicada en la Universidad de Tokio, donde amo y mascota logran reencontrarse.

Se cumplen 100 años del nacimiento de esta verdadera estrella de cuatro patas. Este film ha vuelto aparecer en las redes, con la emotiva historia del can más fiel y querido del mundo.

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