Este año hubo un aumento de la presencia de cotorras en chacras, que dañaron la producción. ¿Pero por qué se da el incremento y que está haciendo el Ministerio de Ganadería al respecto?
Aumento de cotorras en Uruguay: causas, daños a la producción y medidas que promueven desde el MGAP
Esta ave es una especie nativa de Uruguay y su rol es importante para la naturaleza. El aumento de su producción, indica experto, es por acciones humanas.
La cotorra es de la familia de los loros. Es una especie nativa de nuestro país, es herbívora, forma nidos comunitarios y también realiza una cría comunitaria. Además tiene otras peculiaridades.
“Es extremadamente sociable, vocaliza mucho, por eso es muy ruidosa. Comparten muchas veces los ambientes que habitan los humanos. Una cuestión negativa es que se ha utilizado históricamente como mascota, por esta característica de mucha sociabilidad, y porque tiene capacidad de reproducir sonidos humanos”, explicó César Echaides, doctor en Ciencias Veterinarias. Indicó que es esa su forma de comunicarse.
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La cotorra tiene un rol fundamental en la naturaleza. Por ejemplo, dispersando al defecar semillas con las que se alimenta.
“Su rol natural es promover la cobertura vegetal y la composición vegetal del ambiente natural”, indicó.
El aumento de la población se da como consecuencia de acciones humanas, explica el veterinario.
“En un ambiente previo a la transformación humana para la agricultura y forestación, estos animales anidaban en árboles de porte mediano o bajo, a los cuales eran accesibles sus nidos a los depredadores naturales, de felinos a serpientes, que pueden trepar, llegar a los nidos y comer pichones”, indicó.
Lo que ocurre ahora, es que al haber implantado muchos montes de eucaliptos los humanos, “árboles de porte muy alto para el ambiente natural, las loras colonizaron esos árboles, lejos de los depredadores naturales, y los monocultivos, que hace que tengan gran disponibilidad de alimento y anidar en lugares no susceptibles de depredación”, explicó.
Desde el Ministerio de Ganadería se han realizado acciones para disminuir la población de la cotorra en la zonas de producción agrícola.
“El Ministerio tenía un sistema de control durante muchos años, que se utilizaba un producto muy tóxico para el ambiente, que afecta buena parte de la cadena trófica, que se dejó casi de utilizar en el mundo por su alta toxicidad. Por eso hemos estado trabajando con las autoridades, con las organizaciones de productores, para palear esta situación”, dijo Nicolás Chiesa, director nacional de la Granja. Han probado alternativas sonoras, mallas que protejan cultivos, cintas, que aparezcan aves que compiten, agregó.
Algunos productores comenzaron a instrumentar medidas para evitar la aparición de las cotorras en sus predios, pero para otros los mecanismos planteados son costosos.
Mario Fernández de Punta Espinillo y perdió más del 30% de la producción de peras. Tiene 83 años y hace 70 que es productor. Comenzó con su padre y siguió en el rubro. Desde hace una década sufre la presencia de cotorras en sus predios.
“Al principio eran unas poquitas, pero ahora ven que son cientos y cientos que están permanentemente haciendo daño. Este año es el peor. Ellas no eligen una pera y la comen hasta el final. Las comen hasta lo que parezca”, dijo. “A simple vista hay entre un 30 y 40% de pérdida.
Fernández no ha colocado mallas para proteger los cultivos por sus precios.
“Es demasiado costoso. Alguien que hizo un cálculo, poner una malla sobre estos montes, es más caro que comprar el campo, no hay rentabilidad. La única forma es que esté subsidiada”, expresó.
Desde el MGAP explicaron que las mallas tienen un subsidio y para algunos productores fue efectiva.
Este año el subsidio de 25% de la inversión. “Estamos hablando entre 7 y 8 mil dólares por hectárea. Esa es la inversión inicial. Subsidiamos el 25% y el restante se financia en crédito sin interés”, dijo Chiesa.
Hay otros sistemas como el que utiliza sonidos o el pega pega en alambres. La cotorra consume cereales y algunas frutas, explica Fernández.
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