STAND BY

Argentina se aferra a salvavidas del FMI con préstamo por USD 50.000 millones

La meta de inflación en Argentina era de 15% anual en 2018, pero ya lleva acumulada casi 10% hasta abril, y aumentará, admitió el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne.

Un salvavidas crediticio 'stand by' por 50.000 millones de dólares acordó el jueves el Fondo Monetario Internacional (FMI) con el gobierno argentino del presidente Mauricio Macri, para atenuar la escasez de divisas y fortalecer la economía.

"Acudimos al FMI para evitar una crisis", admitió el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, en rueda de prensa en Buenos Aires, en simultáneo con un comunicado difundido en Washington por el organismo multilateral.

La directora de la entidad crediticia, Christine Lagarde, señaló en la declaración que se brinda "respaldo financiero" a Argentina con el fin de apuntalar "la confianza del mercado". Los inversionistas produjeron un ataque especulativo contra el peso desde finales de marzo, con una devaluación acumulada de más del 20% hasta la fecha.

Argentina tomó el compromiso de un ajuste escalonado en las cuentas del Estado. Debe bajar su meta de déficit fiscal primario, antes del pago de la deuda, de 3,2% a 2,7% del PIB en 2018. El objetivo paulatino es llegar a un supéravit fiscal de 0,5% del PIB en 2021.

"Para reducir la inflación el plan refuerza el esquema de metas con tipo de cambio flotante y fortalecimiento de la autonomía del Banco Central. Las metas de inflación son de 17% para 2019, 13% para 2020 y 9% para 2021", afirmó el ministro. "Habrá un desembolso inmediato por 15.000 millones de dólares", precisó.

"Las autoridades (argentinas) se han comprometido en mantener un piso para el gasto en asistencia social", indicó Lagarde en la declaración. Dujovne dijo que este objetivo es original dentro de los planes que se acuerdan con el FMI.

Los riesgos

Christopher Sabatini, experto estadounidense en Latinoamérica de la Universidad de Columbia en Washington, consideró el acuerdo políticamente "arriesgado" dada la mala imagen del FMI en Argentina, pero económicamente "necesario" con reservas tan bajas.

El atesoramiento del Banco Central bajó más de 10.000 millones de dólares, hasta unos 49.000 millones a raíz de la demanda en medio de las corridas cambiarias.

La reacción este jueves de la central obrera mayoritaria CGT fue amenazar con una huelga general si hay una respuesta negativa a su reclamo de frenar las alzas de tarifas de luz, gas y agua. Otra demanda de la central es que los salarios crezcan al ritmo de la inflación, que los mercados estiman en 27% para 2018.

"Es una medida de pausa para respaldar la moneda. La cuestión es si las reformas de Macri restaurarán el crecimiento, reducirán la inflación y harán que los inversores y los consumidores se sientan seguros. Ese es un tema diferente al préstamo del FMI", dijo Sabatini a la AFP en Washington.

"Vamos a reforzar la autonomía del Banco Central", dijo en la conferencia su gobernador, Federico Sturzenegger. El acuerdo técnico aún debe pasar por la luz verde del Directorio del FMI.

Dujovne y Sturzenegger admitieron, cada uno por su lado, que el nuevo programa contempla que el Banco Central "no financiará más déficits del Estado". "Se trata de eliminar esta fuente de emisión monetaria", dijo el gobernador.

Más inflación

La meta de inflación en Argentina era de 15% anual en 2018, pero ya lleva acumulada casi 10% hasta abril. "Vamos a tener un aumento de inflación", reconoció Dujovne, sin dar más precisiones.

La inflación en 2017 fue de 25%, pero el Relevamiento de Expectativas de Mercado del Banco Central reveló esta semana que se estima para este año un costo de vida minorista de 27%.

La deuda pública en Argentina pasó de representar el 42% del PIB en 2015, al asumir Macri, a un 53% a comienzos de año y en curva ascendente.

Otro compromiso ante el FMI para recibir el 'stand by' ha sido neutralizar unos instrumentos de deuda llamados letras Lebacs del Banco Central. Los vencimientos periódicos de las letras son factor de tensión si los inversionistas se desprenden de ellas y se vuelcan a comprar dólares, lo que incentivó la corrida cambiaria de fines de marzo.

La economía argentina trepó 2,8% en 2017 pero empezó a desacelerarse el crecimiento después de la devaluación de este año.

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