FALLÓ HISTÓRICO

Amodio Pérez percibirá indemnización de 125.000 dólares por prisión indebida

Esto incluye el período de cárcel y la prisión domiciliaria posterior. Se tuvo en cuenta su edad y el descrédito que sufrió

El juez de lo Contencioso Administrativo, Gabriel Ohanian, condenó al Poder Judicial a indemnizar a Amodio Pérez por los 24 días que estuvo en prisión, así como por los 338 días que permaneció bajo el régimen de prisión domiciliaria.

En total el Estado estará obligado a pagarle unos 100.000 dólares más 25.000 por daño emergente.

Según detalla El País, el magistrado argumentó que Amodio es una persona mayor de edad y estuvo preso en una casa que no era la suya, soportó el descrédito de su imagen pública y enfrentó la prisión lejos de su familia que reside en España.

Durante la reclusión, en marzo de 2017, murió uno de los hijos de Amodio en España. Por eso no pudo viajar ni estar con su familia.

Si bien el juez tomó en cuenta la indemnización promedio por prisión indebida de US$ 100 diarios, en este caso también se tuvieron en cuenta los padecimientos de Amodio.

En tal sentido, se fijó en $ 7.000 (US$ 205) la indemnización por cada día que estuvo en la cárcel y en $ 6.000 (US$ 175) para cada una de las jornadas que pasó en prisión domiciliaria.

La indemnización totaliza $2.196.000 más actualizaciones e intereses legales desde el dictado del fallo, más el daño emergente.

En un principio, Amodio reclamaba 3.858.000 pesos por 365 dias de reclusión, más 165.000 pesos por daño emergente y alquileres, más 70.000 peos por pajades de avión perdidos y multas, más 45.000 pesos por honorarios de los abogados, más lucro cesante de 65.5 millones de pesos.

Fue procesado con prisión el 14 de setiembre de 2015 al ser considerado autor de varios delitos continuados de privación de libertad especialmente agravados.

En 2016, el Tribunal de Apelaciones liberó a Amodio.

La fiscal Stella Llorente presentó un recurso de casación para saber si los delitos señalados configuraban hechos de "lesa humanidad" lo que evitaba la prescripción de los mismos. La Suprema Corte rechazó este aspecto.

Entrevistado en Arriba Gente de canal 10, el diputado Luis Puig (PVP) lamentó que la Justicia haya condenado al Estado a indemnizar a Amodio y dijo que le da "tristeza".

PUIG AMODIO

EL DELATOR

La denuncia contra el exjefe tupamaro estaba fundada en el testimonio de varios excompañeros que dicen haberlo visto participando de operativos de captura, interrogatorios y allanamientos de la Fuerzas Conjuntas.

Amodio ocupó varios cargos importantes dentro de la guerrilla y en particular de la Columna 15, considerada la más militarista del MLN-Tupamaros.

Pero en los últimos meses de la llamada guerra sucia, el directivo estaba decepcionado por el funcionamiento del grupo y no estaba de acuerdo con las estrategias tomadas por el comando, y en particular con Sendic, por lo que fue aislado y excluido de las decisiones. Incluso en los últimos días vivió en un apartamento ya renunciante y destituido de todos sus cargos.

Al caer preso en el batallón Florida, decidió trabajar para los militares y dio información sobre el régimen compartimentado del MLN.

Él niega haber brindado información relevante, y desmiente haber sido el responsable de la caída de la llanada "Cárcel del Pueblo", entre otros bastiones.

Contaba con cierta libertad de movimientos, por lo que durante su reclusión no estuvo en celdas comunes, e incluso salió a la calle a realizar encuentros con excompañeros y participó de operativos.

Hubo un tiroteo a plena luz del día y Marenales fue herido en ese operativo que en realidad estaba destinado a capturar a Henry Engler.

Allí, "el viejo" Marenales vio a su excompañero.

Según la versión de Amodio Pérez, estaba allí para ser conducido a la casa de su madre que se encontraba enferma.

Así como Marenales, otros extupamaros declararon ante la justicia haber visto a Amodio vestido de uniforme militar participando de detenciones e interrogatorios.

En el libro "Palabra de Amodio", se defiende señalando que varios dirigentes del MLN que hoy son considerados héroes, como Eleuterio Fernández Huidobro o el escritor Mauricio Rosencof dieron información más relevante que él.

De acuerdo a su versión, la cúpula tupamara creó un "relato oficial" que los exculpa y lo señala a él como el único delator.

Su nombre se convirtió en símbolo de la decadencia, aunque está comprobado que hubo otros dirigentes que dieron información clave. Uno de ellos Mario Píriz Budes, lugarteniente de Sendic en la "Columna del Interior".

Este hombre huyó del país y vivió muchos años en Paraguay. Según los tupamaros más importantes, Píriz Budes -"Tino", tal su nombre de guerrilla- ya trabajaba para los servicios de inteligencia desde antes de pedir el ingreso al MLN.

Actualmente vive en Rivera y trabaja como periodista.

También se ha dicho que Amodio podría haber sido un infiltrado, pero es una teorìa que ha caído en desuso.

Amodio dijo que solo ayudó "a ordenar los papeles" de los militares a cambio de un trato preferencial para quien era entonces su pareja Alicia Rey Morales, también integrante del MLN y presa tras ser herida en un operativo de captura.

Su lejano parentesco con el oficial Carlos Calcagno, muy comprometido con la captura de tupamaros, facilitó en alguna medida las conversaciones.

También tenía una relación desde la infancia con José Nino Gavazzo, a quien reencontró durante el tiempo de enfrentamiento y posterior reclusión.

Esto le permitió además tener vínculo de primera mano con los generales Luis Vicente Queirolo y Esteban Cristi, dos de los principales jefes del aparato militar qyue iba a convertirse en dictadura.

Al cabo de unos meses, con el MLN ya totalmente vencido, negoció una salida del país para él y para Rey Morales. El hecho se concretó en 1974. Los militares los dejaron en la frontera con Brasil con documentación falsa a nombre de Walter Correa.

Desde entonces, el paradero de Amodio se convirtió en un enigma.

Era obrero gráfico y uno de los militantes tupamaros más admirados dentro de la organización. Pero sus luchas internas con los "viejos" -Sendic, Marenales, Manera Lluveras- y la incorporación de jóvenes sin experiencia en lugares relevantes fueron desplazando a Amodio a un segundo plano, algo que le provocó decepción, según algunos relatos.

En 2015, el periodista Gabriel Pereyra logró ubicarlo en Madrid, el lugar donde residía con identidad falsa desde hacía más de 30 años.

Allí tuvo un hijo con Rey Morales, se separó, montó una empresa de artes gráficas y se volvió a casar con una militante del sector de Manuela Carmena, la exalcaldsa de la capital española.

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