Este domingo se cumplen 30 años de la desaparición física de Ruben Isidro Alonso, más conocido como Padre Cacho. El barrio Plácido Ellauri y sus alrededores se preparan para recordarlo con diferentes actividades.
Vecinos del barrio Plácido Ellauri recuerdan al Padre Cacho a 30 años de su muerte
El sacerdote salesiano eligió vivir junto a los más necesitados. Es conocido como el cura de los cantegriles.
Cacho fue un sacerdote salesiano que eligió vivir en el barrio Plácido Ellauri junto a los más necesitados. En una de sus cartas escribió: “Siento la imperiosa necesidad de ir a vivir en un barrio de pobres y hacer como hacen ellos. No como táctica de infiltración, de camuflaje o demagogia, ni siquiera como gesto profético de nada, sino para encontrar a Cristo en cada uno, porque sé que vive allí, que habla su idioma, que se sienta a su mesa, que participa de sus angustias y esperanzas”.
Fue responsable de la parroquia Sagrado Corazones de la calle Possolo, en el barrio Las Acacias, donde descansan sus restos mortales. Testimonios de vecinos recuerdan a Cacho como una persona solidaria, servicial, que daba todo lo que tenía al que necesitaba. En él encontraron un amor desinteresado, comprensivo que siempre tendía una mano. Ayudó a construir viviendas dignas, a conseguir trabajo a los desempleados, buscó siempre la igualdad entre todos los vecinos.
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Su obra trascendió para potenciar comunidades en La Palmera, Juan Costa, Santa María, 2 de febrero, San Isidro y San Vicente. Según cuentan quienes lo conocieron, celebraba misas en cualquier casa, con una copa y una vela. Daba su casa, su ropa y hasta su comida pero, sobre todo daba su tiempo con una enorme capacidad de escucha, humildad, paciencia y resiliencia.
Cacho enfermó de cáncer y fue trasladado al Hogar Sacerdotal. Falleció el 4 de setiembre del año 1992 en Montevideo. El velatorio se realizó en la parroquia de los Sagrados Corazones. En el año 2014, la Iglesia Católica anunció el inicio de su causa de canonización. Vecinos y admiradores del sacerdote se acercan al lugar donde descansan sus restos a pedir gracias y favores; para ellos ya es santo.
Con motivo de los 30 años de muerte, la Intendencia de Montevideo inauguró en su explanada una muestra que recorre la vida y la obra del cura de los cantegriles.
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