Vandalismo y basura: acusan a dos militantes del Partido Nacional

El coronel Jack Martínez y su hijo Nicolás, ambos vinculados al herrerismo, serán llamados a declarar a la justicia penal. Denuncian una campaña electoral sucia.

El vandalismo en Montevideo es un asunto serio. La Intendencia de Montevideo gasta 1.000.000 de dólares en reparar lo que ciudadanos irresponsables destruyen.

En ese sentido, los contenedores de basura son un capítulo aparte. Un 60% de los contenedores han tenido que pasar por el taller. La mayoría son incendiados. Bomberos informó que en 2013 unos 8.000 contenedores fueron víctima del fuego, en su mayoría en forma intencional.

En principio son el retrato hablado de una ciudad despreocupada por su patrimonio. Y un síntoma del fracaso del sistema de limpieza que no encuentra solución desde hace décadas.

El asunto se ha vuelto más complejo cuanto más basura se genera. Contrastes de la fractura social de los últimos años: hay mayor consumismo y también más cantidad de gente viviendo de la basura.

A estos últimos se les adjudica tradicionalmente -y hay pruebas al respecto- el destino de destrucción de los contenedores.
Pero desde la Intendencia de Montevideo se insiste desde hace meses que hay nuevos operadores en el mercado del vandalismo.

Una denuncia periodística apuntó al sector político liderado por Pedro Bordaberry, “Vamos Uruguay”. El diputado colorado Fitzgerald Cantero solicitó a la justicia que se investigara el asunto (ver video principal).

Detrás de estos tires y afloje parecería haber intereses políticos, especialmente en un año que se avizora como muy polémico por la inminencia de las elecciones.

La investigación judicial sorprende con un dato llamativo. Detrás de los atentados hay autos, y Brecha informa este viernes que estarían vinculados a esos autos dirigentes políticos del Partido Nacional.

Los mencionados en el informe del semanario son nada menos que el coronel Jack Martínez, edecán del expresidente Luis Alberto Lacalle (1990-1995) y su hijo Nicolás, miembro del comando de campaña de Luis Lacalle Pou.

Ambos serán citados a declarar al juzgado en lo penal de 17º Turno a cargo de Carlos García Guariglia. La investigación fue llevada adelante por la fiscal Raquel González Tornaría.

El juez García dijo a Subrayado que efectivamente ya dispuso las citaciones y con seguridad la semana próxima tomará declaraciones a los indagados.

Lacalle Pou hizo su descargo este viernes a través de Twitter. Notoriamente molesto, allí escribió: "Solo una cosa: esperamos que se retracten los mentirosos y los que aprovechan, cuando se sepa la mentira. De a uno y c/u".

Los números de matrículas fueron publicados en el blog Fósforo en un artículo titulado “Retrato de la inmundia”. Personas que viajaban en dos camionetas, según el relato, se dedicaban a desparramar la basura de los contenedores. Uno de los vehículos llevaba calcomanías de Vamos Uruguay y el otro resultó ser una camioneta del Ejército.

Uno de los hechos que se narran ocurrió el 12 de noviembre de 2012 a las 23 horas en Luis Lamas y Julio César, Pocitos Nuevo.

De la camioneta bajaron tres hombres que empujaron el contenedor hasta la mitad de la calle. De la pick-up bajaron cartones que tiraron en la vía pública. Luego, el vehículo fue divisado en los alrededores del Montevideo Shopping.

El blog Fósforo publicó que se trataba de una camioneta Mitsubishi, pero la matrícula permitió a Brecha a acceder a la información correcta. La chapa corresponde en realidad a una Ford Ranger.

Todo el asunto representa una verdad sinuosa. Esa camioneta está a nombre del Nuevo Banco Comercial y fue adquirida por el régimen de leasing. La investigación judicial arrojó el dato de que el firmante del contrato es Jack Martínez. Pero en la información remitida por el Banco Comercial figura la dirección de Nicolás Martínez en la zona de Carrasco.

En cambio, en la Intendencia de Montevideo la camioneta aparece registrada en una dirección en Pocitos a nombre del coronel (r) Martínez.

El blog también menciona otro episodio protagonizado por una Fiat Fiorino con matrícula del Ejército en diciembre de 2012 en la zona del Prado.

También tres hombres descendieron del vehículo. Corrieron el contenedor al medio de la calle y luego encendieron una mecha que tiraron adentro del recipiente situado en Millán y Luis Alberto de Herrera.

Fuentes del Ejército dijeron a Subrayado que no existe ninguna camioneta Fiorino en esta Fuerza y que la matrícula en cuestión (ENA 0334) corresponde a una camioneta Mazda doble cabina. Según las fuentes, esa camioneta estaba guardada en una dependencia del Ejército el día que se la acusa de dañar contenedores de residuos.

En diálogo con Subrayado el juez Carlos García cuestionó a la Intendencia de Montevideo y al Nuevo Banco Comercial por demorarse en el envío de la información solicitada.

También explicó que el delito cometido, si es que lo hubo, es el de "daño". Si se tratara de vandalismo debería pasar a un Juzgado de Faltas.

Según Brecha, la Policía señala haber sido testigo de varios de estos episodios. El Blog Fósforo recoge un testimonio similar al Prado y Pocitos Nuevo, pero esta vez en Parque Rodó.

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