Un niño que nace en Uruguay, cuando crezca, será el 60% de lo productivo que podría ser si tuviera educación completa y plena salud.
Uruguay en el puesto 68 del Índice de Capital Humano del Banco Mundial
Se define por capital humano la suma de conocimientos, aptitudes y salud que una población acumula a lo largo de su vida.
La principal debilidad se debe al abandono del sistema educativo. Esto surge del Índice de Capital Humano elaborado por el Banco Mundial y presentado esta semana.
El Índice de Capital Humano arroja que el 56% de los niños perderá más de lo mitad de sus ingresos potenciales ante la falta de políticas que aseguren su salud y educación.
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Se define por capital humano la suma de conocimientos, aptitudes y salud que una población acumula a lo largo de su vida.
El índice busca medir la cantidad de capital humano que un niño nacido hoy puede esperar tener al cumplir 18 años en su país. Se compone de cinco indicadores: probabilidad de sobrevivir hasta los 5 años, años de escolaridad esperados, puntaje de exámenes armonizados como medida de la calidad de aprendizaje, tasa de supervivencia de adultos y proporción de niños que no presentan retraso de crecimiento.
En el ranking de 157 países, en un rango de 1 a 0 de forma descendente, Singapur ocupa el primer lugar con un 0,88; Chile, en el puesto 45, es el primer país latinoamericano con 0,67. Uruguay está en el puesto 68 con 0,60, superado también en la región por Costa Rica, Argentina y México. Esto indica que un niño nacido hoy en Uruguay será el 60% de lo productivo que podría ser.
Según el análisis del estudio presentado a periodistas uruguayos por el economista y demógrafo del Banco Mundial, Rafael Rofman, los indicadores donde Uruguay exhibe problemas son los referidos a la educación.
Por un lado un alumno completa casi 12 años de escolaridad al cumplir 18 años. Sin embargo, cuando se armonizan puntajes de pruebas internacionales, por ejemplo las PISA, obtienen 444 puntos en una escala donde 300 es lo mínimo y 625 lo avanzado.
Para armar el índice se aplica una fórmula que ajusta la escolarización en función del aprendizaje. En ese rubro la cantidad de años de escolaridad caen a 8,4, lo que representa la principal debilidad.
Según Rofman el estudio arroja que el abandono del sistema educativo en Uruguay es la principal diferencia con los países de la región que están por encima.
Otro problema es la complejidad institucional para generar cambios que respondan a los desafíos del sistema educativo.
Otra aclaración es que el índice se construye en base a los resultados y no sobre los presupuestos o inversión de cada país en la salud y educación.
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