Una gestión cuestionada por varios temas

No solo la ola de frío puso en jaque a Vignoli. También le erró al diseñar el presupuesto, tenía mala relación con el subsecretario y bajó planes sociales por razones ide

 

La lentitud de la ministra de Desarrollo Social para reaccionar ante la ola de frío que provocó cinco muertes no fue el único motivo por el que Ana Vignoli fue destituida.

Durante el año y cuatro meses que estuvo al frente de esa cartera fue cuestionada por varios temas: la cancelación de planes sociales del anterior gobierno, el desmantelamiento de personal y de jerarcas, su mala relación con el subsecretario Lauro Melendez, el rechazo a planes que recibían fondos de las AFAP y sobre todo el error presupuestal que puso en riesgo algunos planes sociales.

En enero de este año 2011 aparecieron los primeros rumores dentro del Poder Ejecutivo sobre una posible remoción de Vignoli.

Dentro del propio Frente Amplio cuestionaron a la secretaria de Estado por su “bajo perfil” pero sobre todo por la falta de acción para concretar el objetivo de reducir la pobreza a la mitad y eliminar la indigencia, como se propone el programa del Frente Amplio.

Cuando El Observador publicó en enero estas críticas, Vignoli inició una fuerte ofensiva mediática explicando sus acciones. En el consejo de ministros le pidió a sus colegas que le dijeran de frente las críticas. Allí, el presidente José Mujica la respaldó.

Pero pasaron varios meses, hasta que la cancelación de un plan del Ministerio de Desarrollo Social por contar con fondos de las AFAP la volvió a poner en el foco político.

Se trataba de un programa para la orientación laboral de jóvenes. Vignoli, de origen comunista, se opone a las AFAP. Por tanto, por razones ideológicas, prefirió no contar con esos fondos.

El siguiente mojón fue su error presupuestal que puso en riesgo varios planes sociales. El  11 de mayo Subrayado informó que el error implicó un pedido  de más recursos al Ministerio de Economía, lo que generó más molestias aún en el oficialismo y el gobierno.

Tras esa información, Vignoli reconoció dos días después en entrevista con Subrayado que pidió un 5% más de recursos que los previstos en la Ley de Presupuesto votada meses atrás.

También Vignoli reconoció problemas con las tarjetas alimentarias. Hay 30.000 pobres que deberían tenerla y no cuentan con ellas, pero sin embargo se le había dado a personas que no tenían los requisitos para usarla. De hecho, 9.000 de ellos fueron dados de baja porque no las usaban.

El resto de los problemas son más conocidos y más recientes. La ministra estaba de viaje en Brasil cuando una ola de frío polar ponía en riesgo la salud de los indigentes en las calles de Uruguay. Además, cuando el lunes pasado volvió de Brasil directo al consejo de ministros no hizo referencia a este problema.

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