Las legislativas anticipadas de octubre en Irak, anunciadas en la estela del levantamiento popular de 2019, debían promover a candidatos fuera del sistema. Pero varios "independientes" podrían pactar con los partidos tradicionales, a los que algunos estaban antes afiliados.
Tras los "independientes", la sombra de los viejos partidos en las legislativas de Irak
Las legislativas anticipadas de octubre en Irak, anunciadas en la estela del levantamiento popular de 2019, debían promover a candidatos fuera del sistema. Pero varios "independientes" podrían pactar con los partidos tradicionales, a los que algunos estaban antes afiliados.
Que se trate del influyente movimiento del líder chiita Moqtada al Sadr, o de las facciones pro-Irán del Hashd al Shaabi, exparamilitares integrados en las tropas regulares, los grandes movimientos políticos ambicionan controlar los 329 escaños del parlamento en las elecciones del 10 de octubre.
Estas legislativas, previstas inicialmente en 2022, son unas de las raras concesiones del poder a la calle tras el inédito levantamiento de fines de 2019, que denunciaba la endémica corrupción y la incompetencia de los poderes públicos, exigiendo una renovación total del sistema.
Se organizan según una nueva ley electoral, que remplaza las listas por una votación uninominal. Además se ha aumentado mucho el número de circunscripciones (83) y su superficie ha sido reducida para favorecer, en teoría, candidatos más cercanos al elector.
Muchos de los 3.240 candidatos se reclaman "independientes" , una etiqueta que suelen colocar en sus carteles al lado de sus nombres. Pero para muchos iraquíes es difícil olvidar su pasada afiliación política.
"Los candidatos quieren alejarse de los fracasos de sus partidos e intentan presentarse con una nueva imagen. lejos de la corrupción y la mala gestión" explica el politólogo Ihsan al-Shamari, que denuncia una "maniobra electoral".
En efecto, dos años después del levantamiento, el desencanto sigue ahí. Muchos militantes denuncian un clima antidemocrático, en un país donde las facciones armadas pro-Irán son acusadas de decenas de secuestros, asesinatos, o intentos de asesinato contra opositores.
En este contexto, y en plena crisis económica, algunos observadores auguran un importante abstención entre el electorado de 25 millones de personas, lo que beneficiará a los grandes partidos.
Este fenómeno de candidatos proclamados "independientes", tras haber sido afiliados a un partidos, está presente en todo el país y en todo el espectro político.
Ocurre --entre muchos otros-- en la corriente "sadrista", en la coalición de exprimer ministro Iyad Allaui, o en el bloque de "Estado de derecho" de Nuri al-Maliki, otro exjefe de gobierno.
Ines Naji al Maksusi, candidata en la ciudad de Kout, estaba antes afiliada a la corriente sadrista.
"Era candidata independiente en el seno de la corriente sadrista y ahora soy candidata independiente, y punto" explica a la AFP, y no excluye sin embargo sumarse luego a un bloque parlamentario "si ello sirve a nuestro electorado".
En Irak, las alianzas se hacen y se deshacen tras cada elección, y bloques enteros pueden cambiar de bando. Más que el voto y la repartición de escaños, habrá que fijarse en la formación de coaliciones parlamentarias, cruciales para las negociaciones con vistas a formar gobierno.
El gran favorito en estas elecciones sigue siendo no obstante la corriente de Moqtada al Sadr, que dispone del mas importante bloque en el parlamento saliente.
El campo chiita pro-Irán del Hashd al-Shaabi, cuyos candidatos entraron el parlamento por primera vez en 2018, en la estela de la victoria contra los yihadistas del grupo Estado islámico (EI), podría mantener su representación actual.
"Los partidos pro-Irán en el Parlamento van a conservar probablemente la misma proporción de escaños" indica Lahib Higel, del International Crisis Group.
En este sistema, donde el clientelismo reina, los grandes partidos juegan con notable ventaja frente a los "independientes".
"Las fuerzas y los partidos tradicionales tienen suficiente margen de maniobra para atraer a independientes" reconoce Shamari, que alude a las atractivas "promesas" para nombrar "en ministerios o cargos" públicos.
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FUENTE: AFP
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