COPA LIBERTADORES

Todo pronto para la superfinal River-Boca en Madrid, lejos de los barrabravas

El encuentro se celebra a las 20.30 horas hora de Madrid, a las 16.30 hora de Buenos Aires.

River Plate y Boca Juniors empezaron este jueves su preparación en Madrid para llevarse el domingo la Copa Libertadores en una final "medio rara" y bajo fuerte vigilancia policial tras los incidentes acontecidos en Buenos Aires que provocaron su reubicación.

Tras dos semanas de controversia e incertidumbre sobre cómo y dónde se disputaría el desenlace de la superfinal entre los dos archirrivales porteños, Boca y River ya estaban instalados este jueves en la capital española, donde realizaron sus primeros entrenamientos.

Boca, sin embargo, mantenía esperanzas de quedarse con los puntos y el título antes del domingo y estaba a la expectativa del Tribunal de Apelaciones de la Conmebol, pero los juristas fallaron este jueves en contra del xeneize de querer ganar la Copa en el escritorio.

El presidente de Boca, Daniel Angelici, había anticipado que si este fallo le resultaba adverso "apelaría" ante el Tribunal Arbitral del Deporte (conocido como TAS).

Y aún a miles de kilómetros de Buenos Aires, la seguridad del encuentro sigue siendo una cuestión central como muestra la deportación a Argentina este jueves de un líder radical de Boca Juniors aterrizado en Madrid.

Se trata de "uno de los Barras Bravas más significativos y peligrosos, con numerosos antecedentes" policiales, explicó a la AFP un portavoz de la policía española, que desplegó un amplio dispositivo para mantener la calma durante el partido y los días previos.

DISFRUTAR EL JUEGO

Los jugadores también llamaron a la calma: "La gente es inteligente, sabe que aquí mucho no se puede joder (...) Que vaya todo en paz, como tiene que ser", dijo el experimentado delantero de Boca Juniors, Carlos Tevez, secundado por su rival en River, Franco Armani.

"El fútbol es un juego, se tiene que vivir en paz, se tiene que venir a disfrutar", dijo el portero de 'Millonario'.

En vistas al decisivo encuentro del domingo en el estadio Santiago Bernabéu, con 81.000 asientos muchos de ellos reservados para la abundante comunidad argentina residente en España, los hombres de Guillermo Barros Schelotto empezaron el jueves la preparación en las instalaciones de la federación española RFEF en las Rozas, al noroeste de Madrid.

En un ambiente distendido bajo un tenue sol invernal, los xeneizes realizaron trabajo táctico en media cancha y después continuaron con unos ejercicios de disparos.

Una treintena de seguidores los arroparon desde las verjas que rodean el recinto deportivo de la RFEF. También había más de cuarenta cámaras de televisión en un despliegue mediático propio del clásico español Barcelona-Real Madrid.

Por su parte, River Plate aterrizó en el aeropuerto de Barajas el jueves por la mañana y llevó a cabo un breve entrenamiento de apenas una hora por la tarde en el recinto deportivo del Real Madrid en Valdebebas.

"FINAL RARA"

Lejos parecen quedar los incidentes vividos en el Monumental el 24 de noviembre, cuando el autobús de Boca fue atacado por hinchas radicales de River con piedras que lesionaron a algunos de sus jugadores.

El partido fue aplazado al día siguiente y después indefinidamente, abriendo un periodo de controversia e incertidumbre en el que Boca trató de ganar la final en los despachos y River mantener la vuelta en su estadio.

La Conmebol optó finalmente por jugar en Madrid. Si bien ambos clubes lo rechazaron de inicio, finalmente se desplazaron a la capital española para decidir la final tras el empate 2-2 del 11 de noviembre en la Bombonera.

"Es una final medio rara. Como jugador creo que es importante no perder el foco porque es una final de Libertadores. Pero jugar en Madrid un River-Boca... es raro", reconoció Tevez.

También Armani se refirió a una final con "sabor raro porque obviamente cada uno de nosotros queríamos jugar de local, con nuestro público".

"Es importante poner el foco en lo que va a pasar en el partido", insistió "el Apache", sabedor que, más allá de las polémicas, el domingo hay mucho en juego en un estadio emblemático que ha acogido finales de Mundial, de Eurocopa y de Liga de Campeones.

"Se juega y se gana en la cancha. Después del día domingo hay un campeón, ya no se habla más", añadió, por su parte, Franco Armani.

El domingo acogerá una Libertadores inédita que se decide fuera de su continente en un duelo entre los dos grandes rivales del fútbol argentino dispuestos a llevarse el cetro sudamericano, el séptimo para Boca y el cuarto para River.

FUENTE: AFP

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