Sutil cruce de declaraciones entre Mujica y Cristina

Mujica pidió tener "cuidado con el pensamiento pequeño" y las "trampas". Cristina le dijo que se quede "tranquilo".

 

Los presidentes José Mujica (Uruguay) y Cristina Fernández (Argentina) protagonizaron un sutil cruce de declaraciones este martes en la Cumbre de Brasilia, donde se concretó el ingreso de Venezuela como socio pleno del Mercosur.

En la conferencia de prensa donde hablaron los cuatro presidentes: Mujica, Cristina Fernández, Dilma Rousseff (Brasil) y Hugo Chávez (Venezuela), hubo comentarios que por elevación parecían esconder un mensaje entre Montevideo y Buenos Aires en momentos en que la relación bilateral no es la mejor producto de las demoras en acordar el dragado del canal marítimo Martín García.

Mujica habló antes que Cristina Fernández y tras destacar el momento "histórico" que vive la región en cuanto a su potencial desarrollo, advirtió de las "trampas" que puede haber entre los gobiernos vecinos.

"El desafío es enorme porque por un lado el Estado nacional nos puede hacer trampa. Nuestra formación cultural, el de dónde venimos nos puede hacer trampa y la mezquindad de nuestro razonamiento pequeño puede contribuir a multiplicar los obstáculos", dijo Mujica.

En ese momento la presidenta argentina bajó la cabeza y tomó nota en un papel.

Y Mujica siguió: "Encima va a estar lo que ha señalado la presidenta argentina: la mirada y el trabajo de otros poniendo palos en la rueda y nuestras internas y nuestras quinta columna inevitables por los intereses de clase que hay en todo este debate de carácter histórico".

El presidente uruguayo continuó hablando de los pobres, de las minorías que "contemplan el debate" desde afuera, y dijo: "La historia no la puede escribir quien lee dos diarios por día. La historia del futuro la tiene que escribir las grandes multitudes que todavía son nuestro ejército de reserva que está allí, luchando por vivir. Que no se les suba los verretines, la grandeza, los grandes edificios, las posiciones de gobierno, la aparatosidad que hemos heredado en nuestras instituciones, hijas del feudalismo que sobreviven adentro de las Repúblicas. Nuestra verdadera causa está en los amigos que andan por ahí, en las multitudes anónimas con las cuales tenemos una causa de carácter histórico y una tremenda deuda. No lo olvidemos porque de lo contrario no tendremos la fuerza para el desafío que tenemos por delante", concluyó Mujica.

La respuesta

Después de Mujica habló Cristina Fernández y tras destacar que la "soledad" de Chávez había terminado cuando en Brasil ganó Lula Da Silva y en Argentina Néstor Kirchner, la presidenta le dedicó unas palabras a su par de Uruguay.

"Pepe hablaba de trampas, de las trampas que nos puede hacer nuestra propia formación cultural. Yo quiero decirte Pepe que te quedes tranquilo, que no le tengas miedo a la forma o a tu propia historia o a la historia que cada uno de nosotros ha tenido o a la formación cultural que cada uno de nosotros ha tenido en nuestras experiencias históricas", dijo Cristina Fernández.

En ese momento se vio a Mujica tragar saliva.

Y la presidenta argentina continuó: "Que podremos haber tenido errores, que podremos habernos equivocado, sí, pero siempre trabajamos para los que menos tienen y nunca para los que más tienen. Esta es una garantía que nos permite no desandar el camino y no equivocarnos".

Sin alusiones al diferendo por el canal Martín García, que tiene un trasfondo económico por la conocida e histórica lucha de puertos entre Uruguay y Argentina, Cristina Fernández volvió a hablar de las "trampas" a las que se refirió Mujica.

"Hay dos clases de economistas, los que trabajan para que los ricos sean más ricos y los que trabajan para que los pobres sean menos pobres. Por eso no hay trampas para nosotros", dijo la presidenta argentina.

En ese instante Cristina Fernández gira, mira a Mujica y dice: "Ninguna de las cuatro personas aquí sentadas (ella, Mujica, Roussef y Chávez) hemos trabajado nunca para que los ricos sean más ricos. No hay que tener miedo, podemos cometer errores,  nos equivocamos a diario, pero nunca nos vamos a equivocar de modo tal que tomemos decisiones o ejecutemos políticas que a sabiendas perjudiquen los intereses populares. Porque tenemos una historia y una experiencia de vida consagrada a luchar por lo que vos decías Pepe, a lograr que esta tierra, una de las más ricas del mundo, pero también como señalabas, la más desigual, la más inequitativa en la distribución de la riqueza, sea cada vez más justa, más igualitaria y más equitativa", sentenció.

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