La hipótesis del atentado terrorista en el vuelo de Malaysia Airlines sigue vigente, aunque la empresa se mostró sorprendida por algunas actitudes del piloto Zaharie Ahmad Shah, especialmente su inclinación a abrir la cabina a los turistas para que ellos mismos tuvieran la experiencia de manejar un avión para más de 200 pasajeros.
Pilotos del avión desaparecido usaban la cabina para el "levante"
Según testimonios de algunas turistas, el comandante y su primer oficial fumaban, tomaban fotos con ellas y luego les ofrecían "tours" turísticos en la ciudad de destino
Una posible falla humana vuelve a tomar cuerpo luego de estos testimonios, mientras los investigadores siguen estudiando el perfil de los pasajeros, incluyendo a los dos iraníes que viajaban con pasaporte robado y cuya vinculación con organizaciones terroristas no ha podido ser demostrada.
Los procedimientos de seguridad lo desaconsejarían, pero el comandante y su primer oficial Fariq Abdul Hamid tenían criterios de hospitalidad que no se condicen con las normas aeronáuticas.
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Hoy el diario El Mundo de Madrid titula “tabaco, mujeres y riesgo a 10.000 metros de altura”, en alusión a la divulgación de fotos de los pilotos abrazados con pasajeras en pleno vuelo.
Al saberse el nombre de ambos, algunas personas que viajaron en Malaysia Airlines dieron testimonios que pusieron en guardia a la compañía.
Muchos de los hechos no son actuales. En 2011, por ejemplo, el copiloto del MH370, de 27 años, invitó a dos jóvenes a la cabina durante un vuelo anterior entre la isla tailandesa de Phuket y Kuala Lumpur.
Jonti Roos, una turista sudafricana, una de esas mujeres, dijo que la experiencia incluyó la oportunidad de experimentar el despegue y el aterrizaje junto a la tripulación.
"Se pasaron todo el vuelo hablando con nosotras y fumando", según el relato de Roos a la cadena de televisión australiana Channel 9. "Tomaron fotos de nuestro encuentro mientras volaban el avión".
El programa Current Affair de la televisión australiana ha mostrado imágenes en las que se puede ver a las dos mujeres posando con los pilotos e incluso llevando la gorra de uno de ellos.
"Cuando vi que era el mismo copiloto [del vuelo MH370] no me lo podía creer", aseguró Roos.
Ella dijo haber sido abordada por el oficial en la puerta de embarque e invitada a la cabina.
Los pilotos de Malaysia Airlines se ofrecieron después a sacar a las dos jóvenes por la noche cuando llegaran a su destino.
La violación de las normas de seguridad del copiloto añade nuevos elementos a lo que las autoridades de Malasia consideran "un misterio sin precedentes".
Todo indica que el vuelo MH370 se desvió inexplicablemente de su ruta prevista entre Kuala Lumpur y Pekín.
El jefe de la Fuerza Aérea de Malasia, Daud Rodzali, ha desmentido en las últimas horas que radares militares localizaran el aparato cerca de Pulau Perak, en el Estrecho de Malaca y a medio millar de kilómetros de distancia de su itinerario previsto.
Los investigadores no saben aún hacia dónde se dirigió el piloto después de que se perdiera la conexión con la cabina.
Servicios de rescate de una decena de países, asistidos por 34 aviones, más de 40 barcos y un submarino, continúan buscando los restos del Boeing 777-200.
Las autoridades de Malasia siguen sin descartar ninguna de las cuatro hipótesis que manejan: las cada vez más improbables del secuestro o sabotaje, un fallo técnico o un problema de la tripulación, e incluso el suicidio del comandante,
Estos hechos ya tienen antecedentes. Un centenar de personas murieron en 1997 cuando el piloto del vuelo 185 de Silk Air estrelló el aparato contra el río Musi, en Indonesia.
Los investigadores lo atribuyeron al suicidio del piloto. Hubo además otros dos accidentes en los últimos años.
Un vuelo procedente de El Cairo se estrelló en el Atlántico en 1999 y el más reciente fue el siniestro de Mozambique Airlines en el que murieron 33 personas en noviembre del 2013.
Por ahora el misterio se mantiene. "Muy bien, buenas noches", fueron las últimas palabras del capitán cuando el avión atravesaba el espacio aéreo vietnamita. Luego desapareció sin dejar registro en los radares. Los familiares de los pasajeros aguardan noticias en un hotel de Pekín.
FOTO: El comandante Zaharie Ahmad Shah y su primer oficial Fariq Abdul solían invitar a mujeres a viajar en la cabina y luego les ofrecían tours turísticos, según testimonios. (Captura de pantalla Channel 9 de Australia)
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