En los últimos tres meses, la participación de jóvenes en rapiñas rondó entre el 47% y 53%, reconoció el inspector Julio Guarteche, director general del Ministerio del Interior. El dato fue divulgado ante los legisladores de la Comisión de Constitución y Legislación de la Cámara de Senadores el lunes 25 (ver PDF adjunto).
Las autoridades no pudieron explicarle a los legisladores qué ha pasado. Hasta el momento, el aumento de las rapiñas se explicaba por la gran cantidad de fugas en el Instituto de Niño y el Adolescente del Uruguay (INAU).
La información excede el debate por la baja de la imputabilidad que pretende llevar adelante el Partido Colorado a partir de "El Firmazo", cuyo lanzamiento oficial se desarrolla este sábado en todo el país.
La llegada de drogas baratas y altamente adictivas como la pasta base en la última década y el mayor conocimiento de las leyes por parte de los delincuentes, ha hecho que los infractores vean facilitados los caminos para cometer delitos.
Niña de unos 10 años asaltó un almacén armada y con 4 compinches
El eje de la polémica consiste en decidir si bajar la edad de imputabilidad de 18 a 16 años es la solución a todos los males, o a buena parte de ellos. A esto el oficialismo dijo que no, y tiene los votos para negarse a aprobarlo. De allí que la coaliación blaqui-colorada encabezada por Bordaberry y Luis Alberto Lacalle hayan decidido hacer una campaña conjunta para llevar el tema a plebiscito.
Hasta ahora los acuerdos no son pocos en el sistema político. Cear nuevos marcos institucionales y modificar el Código de la Niñez y Adolescencia ofrecen algo de aire al asfixiante panorama del INAU . En ese sentido el paquete de medidas, aprobadas en el Parlamento abren un nuevo escenario: nuevas figuras delictivas, como el intento de rapiña o hurto,más autonomía para los jueces para establecer plazos de fallos, y el mantenimiento de los antecedentes del menor en casos de de delitos graves como homicidio y violación.
MENOS FUGAS, MÁS PARTICIPACIÓN JUVENIL. La incidencia juvenil en los delitos aumentó en los últimos tres meses. Sin embargo, INAU disminuyó las fugas 87% en el primer semestre de 2011 en comparación con el mismo período de 2010, según Rolando Arbesún, director del Sistema de Ejecución de Medidas para Jóvenes Infractores. (Semeji)
En el primer semestre de 2010 se fugaron 333 adolescentes, y en el mismo período de 2011 hubo 81 escapes.
Actualmente hay 42 adolescentes con medidas cautelares que se encuentran fugados.
El incremento de la participación juvenil en delitos violentos contrasta con lo que se creía hasta ahora: las fugas explicaban el aumento de la participación en los delitos.
La tarea represiva -dijo el jerarca Arbesún, un ex oficial de Inteligencia cubano- hizo que la población en los centros de detención del INAU aumentara un 55%.
Por su parte, el oficial Guarteche dijo que el aumento de los últimos tres meses no tiene aún una explicación clara, aunque precisó que podría tratarse de una "racha" o ciclo que pronto podría desvanecerse con la misma falta de explicación. En el global, la participación de jóvenes en los delitos de rapiña en Uruguay es del 26% anual, según datos de 2010.
En Uruguay, las rapiñas - robos con violencia contra las personas- se han transformado en el delito más complejo de afrontar para la Policía. En 1990, había 2.500 denuncias por rapiñas al año. En 2010, la cantidad de delitos de estas características ascendió a 15.000 denuncias.
Aunque no hay datos precisos del fenómeno, el Ministerio del Interior estima que por cada denuncia de delito hay otro tanto que no llega a ser informado a las autoridades policiales.r.
SERÁN MÁS. En un país con 230.000 adolescentes, menos de medio millar serían los problemáticos, de acuerdo a cifras oficiales. En el propio INAU -que atiende a 70.000 menores en distintos programas- los infractores representan una ínfima minoría.
A principios de 2011 había en los hogares del organismo 330 menores privados de su libertad, pero a mediados de año el número había ascendido a 450, admitió Jorge Ferrando, vicepresidente de INAU.
"Seguramente va a aumentar la cantidad de adolescentes con medidas no privativas, que hoy son alrededor de 450. Estamos visualizando una población de entre 1.000 y 1.200 adolescentes; cuando hablo de adolescentes me refiero a aquellas personas de entre 13 y 17 años que están en estos circuitos de la delincuencia, algunas en el marco de organizaciones instaladas, otras más en el hurto o la rapiña que surgen por iniciativa propia o vinculadas a una situación familiar", afirmó Ferrando a radio El Espectador el 27 de junio.
Actualmente el INAU tiene unos 800 funcionarios, muy pocos de ellos con especialización para la custodia de menores infractores. La nueva ley aprobada a fines de junio, que crea el nuevo Sistema de Responsabilidad Penal Adolescente (Sirpa) incluye la especialización de la guardia. Es que aún sobreviven entre los educadores los antiguos "brazos gordos" del instituto, responsables de casos de maltrato que continúan hasta hoy. De hecho este viernes Arbesún, director de Semeji, habló con Subrayado sobre un grave caso de maltrato en el Hogar Puertas.
La dirección actual reconoce que la corrupción interna es un problema grave que imposibilita rehabilitar. Semanas atrás se descubrió que un educador -con excelentes evaluaciones- vendía sierras y teléfonos celulares a los internos.
Entre los "clientes" de este educador se encontraba el menor conocido como "El Ricky", responsable de al menos seis rapiñas -por más de $500.000 y el asesinato de un guardia de seguridad- en el mes que estuvo fugado entre 13 de abril y el 15 de mayo.
Para completar el panorama de problemáticas centradas en los funcionarios, el 11 de julio se supo que una funcionaria vivía en pareja con un menor fugado.
El sistema de protección de menores ha tenido varios nombres a lo largo de la historia: Consejo del Niño (1934), Iname (1988) y ahora INAU (2005). Los problemas y desafíos siguen siendo los mismos.
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