El padre de Marcela Artgaveytia, muerta en un accidente derivado de un asesinato entre narcos en Solymar, armó un sitio web en homenaje a la adolescente.
- Nacional >
Padre crea blog para contar cómo seguir viviendo tras muerte de un hijo
Álvaro Artagaveytia presentó "construya un ángel" un tutorial de crianza. Su hija Marcela murió atropellada en un incidente narco ocurrido en Solymar.
"Construya un ángel" en http://marcela.artagaveytia.com/ quiere ser, según Álvaro Artagaveytia, un "Tutorial de crianza para padres".
El texto del jefe de familia es subtitulado "Cómo construir un ángel para superar el infierno, escrito por alguien que no sabe del todo cómo lo hizo".
"El 6 de febrero a la noche, Marcela sufrió un accidente que terminó con su vida física. Durante las siguientes 48 horas, pasamos por el peor momento imaginable, pero lo que descubrí desde ese lunes a la noche cambió mi forma de percibir la situación tras su pérdida. Esta es la historia de ese descubrimiento y por tanto no contiene una crónica de los hechos en algunos casos erróneamente difundidos por la prensa. Si Ud. ha venido hasta aquí buscando continuar con el morbo clásico de la muerte, se va a decepcionar y le recomiendo que si esa es su motivación (que he visto durante estos días en algunas personas), busque ayuda profesional lo antes posible".
Artagaveytia reconstruyó esas últimas horas, antes del hecho que cambió su vida: "La noche de accidente, llevé a Marcela como de costumbre a la casa de una de sus amigas a la que traíamos de vuelta para que cenaran algo liviano y luego se fueran a encontrar con todos sus amigos. En la conversación que tengo con ella al ir, le digo como de costumbre: ‘Te pasás de relajo, che; todas las noches de un lado para otro', a lo que me contesta con su sonrisa habitual: ‘¿Sabés una cosa, papá?: fue el mejor verano de mi vida'. Ese verano incluyó ir con amigas a una casa solas en la Paloma que se denominó ‘Älvaro Fest La Paloma'. Allá fui yo con la autorización de los padres de las chicas el pasado enero durante una semana frente a la cara de sorpresa de todos mis conocidos.
También cuenta cómo fueron los momentos posteriores: "Hasta allá el lunes 8 de febrero me volví yo con las cenizas de mi hija para esparcirlas en la playa mansa de la Paloma al caer la tarde. Al bajar con la urna a la playa me pesaba el corazón de una forma que solamente un padre que haya pasado por este trance puede entender. Una buena parte de sus amigos (los que pudieron aguantar la ceremonia) vinieron a unirse caminando por la orilla y entonces al comenzar a liberarla, apareció la respuesta en una forma extraña. Sentí un alivio completo. Al principio pensé que se trataba de una defensa psicológica (sí, soy racionalista, no sé si se habrá dado cuenta); pero con el correr de las horas esto continuó y ahí me di cuenta que había construido un ángel y por tanto al vivir su vida en una perfecta alegría, el asunto estaba concluido, su viaje completado y mi espíritu reparado. Para finalizar el cuadro, una amiga llorándola (no de las más cercanas, le diré), me comentó que luego de una discusión con ella, le había dicho ‘No te metas con mi padre que yo tengo el mejor papá del mundo".
El hombre confiesa además cómo vivirá de ahora en adelante.
"Para esa medianoche, ya la medicación estaba suministrada y pude continuar consolando ahora a sus amigos como ella hubiese querido. Podría seguir escribiendo horas sobre Marcela, pero ¿sabe una cosa? No tengo el tiempo. Tengo que jugar a las cartas y a la guerra de agua con Catalina porque me faltan todavía algunos elementos en esta nueva construcción que me han encomendado y prácticamente tengo a Tomás terminado. A propósito, tal vez usted deba reparar algo con sus hijos ahora, pedir perdón o algún otro asunto que debe apresurarse en resolver y en suma tiene que aprender que esto es lo trascendente en su vida".
El hombre cuenta allí cómo fue criada su hija, la joven de 16 años atropellada en avenida Giannattasio cuando iba a un baile con amigos en la noche del 6 de febrero.
La camioneta del matrimonio paraguayo recorrió un kilómetro totalmente fuera de control, luego de que ambos fueran baleados por sicarios.
El impacto hizo que Marcela muriera en el acto. Sus amigos avisaron de inmediato a sus padres, que residen muy cerca del lugar de la tragedia.
La familia Artagaveytia tiene otros tres hijos. La madre de la joven fallecida trabaja en el juzgado penal de Ciudad de la Costa.
Dejá tu comentario