Nora Brown, la niña prodigio del banyo que trae historias de los Apalaches

A una edad en que la mayoría de los adolescentes están ocupados con las últimas novedades de TikTok, Nora Brownla, una virtuosa del banyo, instrumento llevado a América por los esclavos africanos, acaba de publicar su segundo álbum de música tradicional estadounidense.

A una edad en que la mayoría de los adolescentes están ocupados con las últimas novedades de TikTok, Nora Brownla, una virtuosa del banyo, instrumento llevado a América por los esclavos africanos, acaba de publicar su segundo álbum de música tradicional estadounidense.

Cuando sus padres le regalaron un ukulele para Navidad a los 6 años, nunca imaginaron que podría convertirse en una estrella de la música folk americana.

La joven de 16 años que creció en Brooklyn, aprendió con el viejo maestro Shlomo Pestcoe.

Y ahora Brown forma parte del grupo de músicos que continúan con la música tradicional de los montes Apalaches, gracias a los viejos maestros del género.

Cuando era niña "no era consciente de lo excepcional y especial que era estar estudiando esto, especialmente en Brooklyn," dice Brown.

En una conversación con la AFP cerca del puente de Brooklyn, cuyo festival de música americana cerró recientemente, Brown asegura que una de las razones que la llevan a la interpretación es "sensibilizar sobre la complejidad de la música tradicional".

Y es que siente que "no se la valora ni gusta ni se reconoce como cultura popular". La gente suele tratar al banyo como "una especie de broma", dice.

"Creo que se debe a la incomprensión de la complejidad de esta música".

Como referente del género, Brown es totalmente consciente de la complicada historia del banyo. Este instrumento de cuerda que se suele asociar con los hombres blancos del sur de Estados Unidos y que vino de África Occidental.

Actualmente, el banyo está construido a la imagen de sus ancestros, como es el laúd de la música tradicional oesteafricana, traído a Estados Unidos por los esclavos africanos en los años 1600 y 1700.

La gente blanca de los Apalaches se apropiaron del instrumento hasta convertirlo en un componente clave de la música folk americana. Tanto que fue el emblema de los trovadores racistas a finales del siglo XIX y principios del XX.

Después, encontró su hueco en el ragtime o el jazz y estuvo fuertemente asociado con trovadores blancos, como Pete Seeger.

- Equilibrio entre el colegio y el banyo -

A fines de septiembre, Brown publicó su segundo álbum, "Sidetrack My Engine," un conjunto de viejas canciones con nuevos arreglos que aprendió durante sus visitas a lugares como Kentucky oriental.

Ha trabajado con muchos músicos prominentes, como Lee Sexton, ganador de muchos premios como maestro del banyo y minero de carbón.

Grabó el álbum, -- que siguió al primero, "Cinnamon Tree", publicado cuando tenía 13 años -- en 2020, durante la pandemia, en la bodega que tienen sus padres para curar queso en el barrio de Crown Heights en Brooklyn.

Brown está estudiando el bachillerato de artes interpretativas en Queens, un equilibrio que a veces necesita "decisiones difíciles" entre la presencia en las aulas y los conciertos.

Lo más importante de los conciertos es que sea algo "que estás dispuesto a disfrutar" y no tanto "un acto de promoción" del disco.

Pese a ser un prodigio del banyo, Brown, como la mayoría de los adolescentes, no sabe cuál será su camino profesional. "Sin duda quiero seguir tocando música, pero estoy segura de que no voy a hacer música a tiempo completo".

Su padre, Benton Brown, dice que lo que fue una simple afición de su hija ahora se ha convertido en "algo mucho más grande", que ni él ni su esposa pudieron imaginar.

La apoyan en su carrera como música, dice, pero también se aseguran de que conozca a personas que "viajan y luchan" para que comprenda las incertidumbres profesionales que los artistas tienen.

No había ninguna señal de lucha en Brown cuando cerró el festival Americana en su ciudad, tocando hasta ganarse una fuerte ovación mientras el sol se ponía sobre la Estatua de la Libertad detrás de ella.

De hecho, en la presentación de la balada "Frankie y Albert", que han grabado artistas de la talla de Bob Dylan y John Hurt, explicó que normalmente "no condena los homicios" pero que esta canción cuenta la historia de una mujer que dispara contra su marido que la engañó.

Es una de esas raras canciones que describen a la mujer con poder en vez de víctima, dice Brown.

"Aplaudamos eso", bromeó a la audiencia, antes de que sus dedos empezaran a arañar las cuerdas en perfecta armonía.

mdo/sw/af/dga

FUENTE: AFP

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