Nazarenos, Araca la Cana, C 1080 y La Gran Muñeca en la segunda rueda

Se llevó a cabo una nueva etapa del concurso de carnaval en la que participaron varios grupos que estarán en la definición.

Los parodistas “Nazarenos” volvieron a presentar su espectáculo con pasajes de excelencia.

Superó sin problemas venir por segunda vez ya sin el efecto sorpresa de una actuación que había impactado en la primera oportunidad.

La propuesta no cayó en intensidad, los actores y cantantes respondieron con solvencia, los momentos humorísticos volvieron a dar resultado y la cuota de emotividad volvió a funcionar.

Más allá de la gran figura de Aldo Martínez que protagoniza las dos parodias hay un importante trabajo colectivo en el que son varios los actores y cantantes que se destacan.

El libreto sostiene muy bien el argumento central de las historias y en el caso de la segunda acapara la atención del público contando la vida de Daniel "Pistola" Marsicano al que muchos conocieron pero no sabían detalles de su vida de desprendimiento y solidaridad.

Miguel y Fabián Villalba junto a Claudio Melcón y Gonzalo Moreira fueron poniéndole el preciso toque musical al show con sus canciones exhibiendo sus indudables virtudes corales.

Estarán en la liguilla y serán grandes animadores de la definición.

“Araca la Cana” dejó un espectáculo que si bien tuvo altibajos en sus letras, puso el acento en algunos problemas de la actualidad con mucha puntería.

El comportamiento de una sociedad que cada vez es más violenta en las redes sociales y que no quiere darse cuenta que ese camino destructivo no aporta nada a la solución de los problemas y que además acusa y condena con liviandad a los demás pasando por alto los errores propios fueron temas que la murga trató con mucho acierto.

Entre sus individualidades se destacó la participación de Massimiliano Gambaro.

La comparsa C 1080 y la murga La Gran Muñeca confirmaron que estarán en la siguiente instancia y definiendo las principales posiciones.

“C 1080” reiteró el gran trabajo de la primera rueda y volvió a impactar con una puesta en escena original inspirada en las fábricas de cultura que lleva adelante el Ministerio de Educación.

Innovando la tradición, como señalan ellos en un momento del espectáculo, resume perfectamente la intención de la comparsa de homenajear a esa gran usina cultural que es C 1080 mostrando las entrañas de la agrupación como si fuera una verdadera fábrica.

La gran estrella del show es el equipo en el que nadie desentona y todos asumen varios roles.

El lenguaje coreográfico y escénico es tan elocuente que dice más que las palabras y el mejor ejemplo es la interpretación de La Cumparsita con golpes de tambor que quedará en la memoria por mucho tiempo.

Los de Cuareim volverán a estar en la definición de una categoría que ha mostrado excelentes espectáculos.

“La Gran Muñeca” se bajó ovacionada del escenario por un público que fue el cómplice ideal de una murga que supo metérselo en el bolsillo desde el comienzo transmitiendo una alegría contagiosa.

Tiene pasajes brillantes como el cuplé de los libertadores de América y el de la tenencia de los hijos de padres separados y también su canción final en el que la murga invita a reflexionar sin sermones sobre las cosas que hay que cambiar.

Rebeldes, creíbles y con autoridad moral para denunciar una forma de vida contaminada por el consumismo y cada vez más prisionera, que no le importa destruir el planeta para mantener las necesidades materiales, y que se va despojando cada día más de los sentimientos más elementales como el amor por los hijos.

Por suerte volverán al Teatro de Verano para seguir divirtiendo a un público que los espera ansioso de ser parte de la fiesta que se monta en el escenario.

Temas de la nota

Dejá tu comentario