Mario, el niño Cero Falta y su mamá, internados por desnutrición

En esa zona no hay trabajo, pero aunque hubiera su mamá está muy enferma y no podría hacerlo, dijo la docente, que es muy cercana a la familia y se mantiene en contacto aún en las vacaciones.

Tienen una tarjeta alimentaria del Mides, con lo que subsisten, dijo Mary. Pero hasta eso es complicado porque deben ir a Minas a comprar los alimentos y un taxi hasta allí (ya que no hay ómnibus en la zona) les sale más de 500 pesos. No están lejos de la ciudad, pero están aislados, afirmó la maestra.

Tras conocerse su historia Mario recibió una bicicleta de regalo para ir a la escuela, pero se rompió y no pudo arreglarla.

Mucha gente siguió ayudando al niño Cero Falta y a su mamá tras la publicación de la historia. Les consiguieron una mejor cama, ropa y algunos muebles. También les llevaron una cocina a gas, pero no tienen forma de recargar la garrafa. Incluso les obsequiaron un panel solar, que los ayuda para poder iluminarse, pero no les permite conectar una heladera.

El pasado fin de semana un grupo de personas de Piriápolis viajaron para llevarles alimentos no perecederos y otros elementos que reunieron para ayudar a Mario y su mamá. Las fotos fueron publicadas en Facebook por Olga Rivero, una de las personas que participó.

Según informó a Subrayado la maestra, el caso está ahora en manos de asistentes sociales que trabajan para Salud Pública.

A pesar de las dificultades, Mario continúa siendo un intachable niño Cero Falta. En 2012, cuando viajó a Montevideo a recibir su reconocimiento, llevaba cuatro años sin faltar a la escuela. Ahora, ya en quinto año, sigue igual, dijo a Subrayado su maestra. Incluso el año pasado estuvo engripado en invierno y no faltó ni un solo día.