El Mides investiga el consumo de los beneficiarios del Plan de Equidad, ante la sospecha de que algunos adquieren productos para venderlos y hacerse de dinero en efectivo. Se trata de casos aislados, pero el comportamiento es casi siempre el mismo: el titular de la cuenta compra un sólo tipo de prductos, de limpieza, por ejemplo, para luego negociarlos en almacenes de barrio.
Un estudio del ministerio divulgado esta mañana por Últimas Noticias analiza además el comportamiento alimenticio y de consumo
Los casi 80.000 hogares beneficiarios del programa Tarjeta Uruguay Social del Ministerio de Desarrollo Social (Mides) destinan cada mes la cuarta parte de las transferencias monetarias que reciben al cuidado personal y la limpieza.
Además, gastan más en azúcar que en leche y más en golosinas o postres que en pañales.
Los beneficiarios pueden adquirir productos en una red de comercios compuesta por más de 800 puntos de venta, denominados “comercios solidarios”. En Montevideo hay 221 habilitados.
Para hacer efectivas las compras, los titulares deben pasar por los comercios y en la caja deben presentar la tarjeta junto a su Cédula de Identidad.
Las familias vulnerables comprendidas en el programa destinan 17% del dinero acreditado en las tarjetas a carne.
De todas formas, el comportamiento de consumo de los beneficiarios es “muy bueno”, a juicio del gobierno. Según explicó a Ultimas Noticias el director nacional de Integración Social del Mides, Sebastián Pereyra, en comparación con el consumo de la población en general, las 280.000 personas comprendidas en el programa “compran mejor”.
Un estudio de fines de 2010 del Instituto Nacional de Alimentación (Inda) sobre el comportamiento de consumo de esos núcleos familiares alertó sobre la adquisición de productos poco nutritivos por encima de los recomendados, como las frutas y verduras, por ejemplo.
Al igual que en ese momento, el azúcar ocupa un lugar importante en la elección nutricional de los beneficiarios, ya que está por encima de la leche, los fideos, las frutas y verduras, la yerba, el aceite y el arroz, entre otros productos.
Los profesionales que participaron de la primera evaluación entendieron que los alimentos elegidos son de “relativo valor nutricional”.
El mismo estudio detectó también diferencias de precios en distintos puntos de venta, incluso de 50% en algunos casos.
Las autoridades del Mides advirtieron el bajo consumo de leche y lácteos con el dinero que acreditan en las tarjetas alimentarias y a causa de ello realizaron un llamado a licitación para poder entregar leche en polvo fortificada con hierro a las familias con hijos menores a tres años.
El director responsable del programa, Sebastián Pereyra, aseguró a Ultimas Noticias desconocer tal maniobra y dijo no haber recibido denuncias al respecto.
El monto que establece el Mides a cada tarjeta alimentaria depende de la cantidad de menores a cargo que haya en el hogar. Los que tienen un menor reciben al mes $ 253, los que tienen dos menores $ 793, con tres menores $ 1.009 y con cuatro o más menores a cargo $ 1.406 por mes.
Desde enero de 2011 el gobierno duplicó el monto que acredita en 15.000 hogares de los más vulnerables, por lo que reciben $ 1.046 los que tienen un menor a cargo y $ 2.812 los que tienen cuatro o más menores.
A partir de enero de 2012 se suplicará el monto a otros 15.000 hogares, hasta cubrir los 30.000 hogares con más necesidades.
El depósito del dinero se realiza cada mes en un calendario establecido según el último dígito de la Cédula de Identidad del titular de la tarjeta.
Según consta en cada contrato de uso que cada titular debe firmar para recibir la transferencia monetaria, tienen prohibido adquirir tabaco y alcohol. A quienes incumplan las normas se les suspenderá o retirará el beneficio, así como se aplicarán sanciones al comercio involucrado en caso de comprobarse irregularidades.
El programa depende del Ministerio de Desarrollo, el Ministerio de Salud Pública (MSP), la Administración de Servicios de Salud del Estado (Asse) y el Instituto Nacional de Alimentación (Inda).
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