Las medallas de oro que se están otorgando en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, ¿son de oro?
¿Las medallas de oro de Londres 2012 son de oro?
Malas noticias: tienen 1% de metal aurífero. El 93% es de plata y el restante 6% de cobre. De todos modos son muy requeridas en casas de empeño
Lamentablemente para los esforzados deportistas que las ganan todo es un decir.
Las medallas de oro están compuestas con un 93% de plata, 6% de cobre y 1% de oro, según publica hoy el portal Infobae.com
Con uno menos y con gol de Valverde, Real Madrid venció 3-1 al Pachuca y lo eliminó del Mundial de Clubes
Las medallas de plata si podría decirse que son de plata, ya que 92% de su estructura son de ese metal, más un 8% de cobre.
Por su parte, las medallas de cobre también son de cobre, o al menos mayoritariamente, en un 97%, que se complementa con un 2.5% de zinc y 0.5% de estaño.
Claro, son las medallas olímpicas de la crisis del capitalismo.
En otros tiempos, hubo distintos criterios.
En 1896, durante el reinicio de las Olímpiadas modernas, recibían medalla sólo el primero y el segundo . El comité organizador otorgaba únicamente medalla de plata y bronce para ambos. ¿Y el oro? Bien, gracias. Como complemento recibían una rama de olivo.
En París 1900, las medallas resultaron del mismo material pero rectangulares. Se agregaron copas para los ganadores.
En Saint Louis 1904, hubo un poco menos de modestia: los galardonados se llevaron una presea de oro macizo.
La costumbre se mantuvo hasta Estocolmo 1912, dice Infobae.
Posteriormente, el Comité Olímpico Internacional decidió bajar los niveles de generosidad e impuso un mínimo de oro puro del 6% en cada medalla, con plata de 925-1000.
En realidad, más allá del oro, que va y viene dentro de los cánones especulativos de cada tiempo, el verdadero valor de la medalla está en su dueño, en la proeza deportiva que estuvo detrás, la antigüedad de la victoria que prepresenta.
Un ejemplo: una de las últimas medallas olímpicas vendidas en el mercado pertenecían a un equipo campeón de hockey sobre hielo, triunfador de la década de los 80.
El coleccionista pagó la friolera de 300.000 dólares.
Seguramente las 22 de Michael Phelps -si es que algún día decidiera venderlas- tendrán un precio superlativo, lo mismo que las de otros atletas asombrosos de todos los tiempos, como Usaín Bolt, Nadia Comaneci o Mark Spitz.
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