Un joven de 24 años resolvió jugarle una broma pesada al gerente de la tienda en la que trabajaba en Newton Abbot, en Devon (Inglaterra).
La peor broma de todas: le dio de comer Viagra a su jefe oculto en dulces
La víctima se sintió mal y fue internada durante 10 horas hasta que pasaran los efectos de la droga.
Chope Benjamin, de 24 años, compró por internet una caja de 30 pastillas de Viagra, y parte de ellas se las dio de comer a su jefe, Daniel Webber, disimuladas en dulces caseros.
La víctima cayó en la trampa y se comió uno de los dulces. Cuando estaba por terminar el primer bocado se dio cuenta que lo que estaba comiendo tenía un gusto extraño.
Los empleados, entre ellos el propio Benjamin, le confirmaron que todo se trataba de una broma.
El jefe comenzó a sentirse mal. Fue al baño para intentar vomitar, pero no lo logró. La situación empeoró y el hombre debió ser trasladado a un hospital.
Webber estuvo 10 horas internado hasta que pasaran los efectos de la droga.
Tras el incidente, el empleado bromista debió comparecer ante la justicia para explicar lo sucedido. Pese a su arrepentimiento, igualmente se quedó sin trabajo, según publica El Confidencial.
Benjamin fue condenado por la justicia a 80 horas de trabajo social durante 12 meses. “Nunca tuvo mala intención, pensaba que sería divertido”, sostuvo su abogada defensora.
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