La alineación de Uruguay ante Inglaterra todavía no se conoce. Hoy la prensa uruguaya sostiene que hay siete jugadores seguros: Muslera, Godín, Caceres, Arévalo Ríos, Cristian Rodríguez, Luis Súarez y Edinson Cavani.
La "Generación Sudáfrica" busca una nueva recompensa en su camino
Este jueves ante Inglaterra, la selección uruguaya escribirá otro capítulo de su gran historia. Enfrenta a un rival encumbrado y debe superar un clima interno adverso
El resto dependerá de decisiones de último momento y de la estrategia usada por el entrenador. Los candidatos para ingresar en esas cuatro vacantes son Coates, Josema Giménez, Jorge Fucile, “Tata” González, Palito Pereira y Walter Gargano.
Maxi Pereira (expulsado) y Lugano (lesionado) no serán de la partida. Stuani y Forlán no están en el posible equipo titular por razones tácticas.
Con goles de Coates y Santander, Nacional derrotó 2-1 a Peñarol por la sexta fecha del Torneo Clausura
Uruguay espera poder revertir ante Inglaterra la mala imagen dejada ante Costa Rica. Es muy difícil, pero no imposible, El grupo, han dicho el entrenador Tabárez y el capitán Lugano, ya ha enfrentado otras situaciones extremas y se ha levantado cuando ya nadie apostaba por ellos.
Desde que se hizo cargo de las selecciones nacionales en 2006, Oscar W. Tabárez supo que debía rodear al grupo de jugadores de un muro frente a las injerencias externas. Su mala experiencia del Mundial 1990 -se dijo que Paco Casal se instalaba en la concentración- hizo que la relación con el afuera se convirtiera en un aspecto central para una buena gestión deportiva.
Pero en este Mundial por primera vez en el ciclo Tabárez, las discusiones internas se deslizan de una manera pública.
Lugano y Tabárez han exteriorizado su disconformidad por las filtraciones a la prensa. Los referentes del plantel se han enfrentado públicamente con algunos de los dirigentes que se encuentran con la delegación en Belo Horizonte.
Ayer, La República informó que uno de los interpelados fue el presidente de Rentistas Mario Burzstyn.
Bursztyn era uno de los dirigentes que pretendía la renuncia de Sebastián Bauzá al frente de la Asociación Uruguaya de Fútbol. Fue el vocero de un conjunto de clubes que pensaba -y piensa- que la inversión en selecciones nacionales es altamente onerosa, que representa el contraste entre un proceso celeste caro y un fútbol uruguayo signado por la pobreza.
Su reclamo de austeridad sería contradictoria con su presencia con la nutrida delegación directriz. "¿Si tanto te molesta, por qué estás acá gastando la plata de la selección?", le preguntaron, según La República.
La filtración de la situación de Suárez, la lesión en la rodilla de Diego Lugano y los ensayos del Maestro Tabárez en la previa a Inglaterra fueron algunos asuntos que incomodaron al plantel.
Aunque ni el técnico ni el capitán mencionaron responsables, los enviados del periodismo uruguayo en el Mundial de Brasil señalaron que los dardos iban a la cabeza de los dirigentes.
Terminada la era Bauzá, finalizó la alineación entre el grupo de Tabárez y la AUF. El nuevo grupo de dirigentes que asumió en su lugar no conoce “los códigos”. La palabra fue empleada por Lugano para mencionar la ruptura de la intimidad.
El dirigente de El Tanque Sisley Fredy Varela también ofendió al plantel cuando dijo que el equipo “entró confiado” ante Costa Rica y dejó sentado que -a su parecer- los futbolistas celestes subestimaron al rival.
Antes del primer partido, Tabárez dio la alineación en la conferencia de prensa. Fue al final de la misma cuando un periodista del interior del país le hizo la consulta en forma específica. Ya había pasado toda la ronda de preguntas y el entrenador mirando a los presentes dijo: “pensé que nunca me harían la pregunta” y se calzó los lentes para leer la alineación.
Ante Inglaterra, Tabárez tomó otra actitud y dijo que anunciaría la formación titular momentos antes del encuentro. Es lógico, ya que hay expectativa en propios y ajenos sobre la participación de Luis Suárez, el crack uruguayo que triunfa en la liga del equipo rival.
En las últimas horas, se especula con que la selección haría cuatro cambios, en el que es posible se incluya variaciones en la figura táctica usada ante Costa Rica.
Como símbolo de esta necesidad de rodear al grupo ante la adversidad, el cuerpo técnico colocó chapas en los alrededores de Arena do Jacaré, el lugar de entrenamiento de la selección.
Se cumple con los estándares de FIFA (se deja entrar a la prensa los primeros 15 minutos de la práctica), pero nada más. Los jugadores se mantienen lejos de los hinchas.
El diario El Observador publicó que no se le permite a los empleados del hotel donde está alojado el equipo sacarse fotos y pedir autógrafos a los jugadores.
Las tensiones son grandes y pequeñas: el arquero Muslera fue despertado a las 2 am por un hormiguero dentro de la cama. Lo contó como una broma y lo subió a su Twitter como una anécdota más del camino. Ahora se sabe que será investigado por la Policía y que podría ser un hecho inducido por personas ajenas al grupo.
El periodista Sergio Gorzy -un fanático de la selección- dejó constancia en Subrayado Central sobre la molestia de muchos hinchas que gastaron en vano dinero para viajar a Brasil para estar cerca de sus ídolos,. Con ironía contó que muchos de esos fanáticos terminaron sacándose una foto con él a manera de premio consuelo.
Durante Sudáfrica 2010. las cosas fueron distintas. Tal vez por la lejanía, tal vez por los buenos resultados. Tal vez porque eran otros dirigentes y otros códigos compartidos. Los notables resultados conseguidos le permitieron a Tabárez sentar las bases de lo que ya era su filosofía filo zen: "el camino es la recompensa", dijo y grabó a fuego a los hinchas, dejando entrever que sólo se trata de un juego sometido a las contingencias de éxito y fracaso, siempre relativas.
El grupo -con mínimas variaciones- y su forma de encarar el deporte intentan sortear los inconvenientes de la fama. Roberto Moar pidió en su columna en Subrayado que se deje el triunfalismo de lado y no se vuelva a los problemas de 20 años atrás.
El partido ante Inglaterra es decisivo. Una derrota pondría fin temprano a un ciclo que -ya se sabe- termina al final de Brasil 2014. De ser así, el partido con Italia sería el último de la “Generación Sudáfrica” que dio tantas alegrías a los hinchas.<
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