La Capuera, un asentamiento donde el frío y el hambre duelen

El barro, el agua, pero sobre todo la falta de comida para los niños es lo que más dolor genera a los habitantes de un asentamiento de Maldonado. Mirá el informe.

 

Ranchos con techos de nylon y paredes de ramas y cartón; sin luz, sin agua, con poco alimento y abrigo. Así viven las familias del asentamiento La Capuera en Maldonado. "Ellos se conforman igual, porque es lo que conocen", dice una vecina del lugar, que colabora para que la situación mejore.

Pero lo que más duele a los habitantes del asentamiento son los niños "que solo tienen la comida de la escuela". Los fines de semana o cuando no hay clase, no tienen para comer. "Mis hijos van a la escuela y cuando vienen, me dicen, 'queremos comer algo más, porque no nos da'", cuenta un padre que vive en La Capuera.

El hombre aseguró que "las autoridades no aparecen" en el asentamiento y reclama: "el estómago de un niño no tiene colores políticos. Hay que mirar por los niños acá".

Un grupo de vecinos y una iglesia ayudan a los habitantes de La Capuera y mantienen encendida la esperanza de mejoras, pero el asentamiento crece. "La necesidad de no tener nada" lleva al lugar a nuevas familias.

A esto se suma una realidad que preocupa y es que varias chicas de entre 11 y 13 años están embarazadas y piden ayuda, ropa y alimentos para ellas y sus hijos.

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