Juzgan en Alemania a un médico sirio por crímenes de lesa humanidad

Un médico sirio, Alaa M., acusado de torturar a prisioneros y de matar al menos a un opositor al presidente de Siria Bashar Al Asad, está siendo juzgado desde este miércoles en Fráncfort (Alemania) por crímenes de lesa humanidad.

Un médico sirio, Alaa M., acusado de torturar a prisioneros y de matar al menos a un opositor al presidente de Siria Bashar Al Asad, está siendo juzgado desde este miércoles en Fráncfort (Alemania) por crímenes de lesa humanidad.

Fue detenido en junio de 2020 en Hesse (oeste de Alemania) y es juzgado por 18 casos de tortura a opositores al régimen sirio y el asesinato de un detenido por inyección.

Por todos estos hechos, la fiscalía federal lo juzga por "crímenes de lesa humanidad", en nombre de la jurisdicción universal de Alemania.

Este principio jurídico permitió la semana pasada la condena a cadena perpetua de un antiguo oficial sirio en otro juicio en Alemania, el primero de este tipo.

Alaa M., que niega rotundamente los hechos, cometió estos supuestos abusos en dos hospitales militares de Homs, en el centro de Siria, y de Damasco, actos que, según los opositores al régimen, ilustran el uso de estas instalaciones sanitarias para la represión.

Está siendo juzgado por el tribunal regional de Frankfurt y se enfrenta a cadena perpetua.

El médico también habría actuado en una prisión de la inteligencia militar siria entre abril de 2011 y finales de 2012 en Homs, bastión de la oposición al régimen.

- "Nuevo método" de tortura -

El médico "administró una inyección con una sustancia letal (...) a un detenido al que había golpeado con una porra, de la que murió a los pocos minutos", según la fiscalía especializada de Karlsruhe.

El médico habría realizado esta inyección letal "para demostrar su poder y, al mismo tiempo, reprimir la revuelta de una parte de la población siria", según el acta de acusación contra el facultativo sirio.

También se sospecha que a mediados de 2011, año del estallido del levantamiento popular en Siria, el acusado roció con alcohol antes de prender fuego a los genitales de un adolescente en la sala de urgencias del hospital militar de Homs.

Luego se jactó ante sus colegas de haber inventado un "nuevo método" de tortura.

Los opositores torturados sufrían, según el caso, golpes en la cabeza, en el estómago, en los genitales o en las heridas.

El médico supuestamente corrigió una fractura ósea sin anestesia y roció una herida con un desinfectante que contenía alcohol, antes de prenderle fuego, según las pruebas recogidas por el tribunal.

El acusado salió de Siria a mediados de 2015 para llegar a Alemania gracias a un visado expedido por este país para los sirios que trabajan en determinadas profesiones en las que falta personal, entre ellas la medicina.

Alaa M. un cirujano ortopédico, volvió a ejercer en varios hospitales pero fue reconocido por los refugiados sirios.

En el momento de su detención, en junio de 2020, ejercía en una clínica de rehabilitación en Bad Wildungen, una ciudad balneario de Hesse.

Sus compañeros desconocían su pasado en las cárceles sirias.

La fiscalía de Karlsruhe considera a Alaa M. un fanático partidario de Asad que llamaba "cucarachas" a los opositores y participaba "sin reservas" en su represión.

El conflicto en Siria ha dejado cerca de 500.000 muertos y 6,6 millones de exiliados.

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FUENTE: AFP

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