Con experimentación, juegos y brillantina, la Semana de la Moda de Nueva York abrió este viernes una edición trastocada por las ausencias y el covid-19 con los desfiles de otoño-invierno 2022 de Proenza Schouler y de Christian Cowan.
Juego y brillos en el inicio de la Semana de la Moda de Nueva York, todavía marcada por el covid
Con experimentación, juegos y brillantina, la Semana de la Moda de Nueva York abrió este viernes una edición trastocada por las ausencias y el covid-19 con los desfiles de otoño-invierno 2022 de Proenza Schouler y de Christian Cowan.
En su colección, presentada en una galería de arte en el popular East Village de Manhattan, la marca neoyorquina Proenza Schouler jugó con el contraste entre ajustadas cinturas con faldas sueltas o algo voluminosas.
La idea era exagerar o yuxtaponer diferentes formas para responder a "esta completa obsesión corporal de estos días con medios sociales y todos enseñando el cuerpo", dijo el diseñador Lazaro Hernandez.
La modelo Bella Hadid lució un diseño de mangas con botones, hombros exagerados y una parte superior de terciopelo negro con capucha que le daba un aire de "Catwoman".
"La experimentación y el juego son clave, puede que ahora más que nunca", dijo Proenza sobre su colección.
Por su parte, Christian Cowan, que ha vestido a Lady Gaga o los raperos Cardi B y Lil Nas X, presentó su colección a lo grande en el observatorio del One World Trade Center, el rascacielos de Manhattan que se levantó de los escombros de las Torres Gemelas atacadas el 11 de septiembre de 2011.
En un espectáculo con atmósfera de club de noche, el diseñador británico hizo patente su gusto por la brillantina y el estilo. De hecho, como guiño previo al desfile, la llamada "Torre de la Libertad" aparecía pintada de rosa en las cuentas de las redes sociales de la marca, que cultiva el glamour y las lentejuelas.
Pese a las restricciones impuestas por la pandemia, varias marcas y sus creadores han decidido mantener un desfile físico, como Michael Kors, Altuzarra, Tory Burch, Brandon Maxwell o Telfar, según el calendario oficial.
Tom Ford, que preside el sindicato estadounidense de la moda (CFDA) y tenía previsto cerrar la edición el miércoles próximo, renunció a fines de enero debido a la multiplicación de casos de covid en sus equipos.
"Hemos hecho todo lo posible para evitar anular nuestro desfile en Nueva York, pero desgraciadamente nos enfrentamos al hecho de que no tendremos una colección completa a tiempo", declaró.
Por su parte, Thom Browne figura en el calendario, pero el 29 de abril. Explicó que quiere acercarse a la apertura del segundo acto de la gran retrospectiva de la moda estadounidense en el Instituto del Traje del Museo Metropolitan de Arte (MET). Una institución cuyo conservador, Andrew Bolton, es su pareja.
Desde hace varios años, Nueva York también tiene que lidiar con los ausentes, que deciden desfilar en otra parte o salirse del calendario clásico y de las críticas sobre el ritmo endiablado de la moda.
El gran ausente de esta edición es Christopher John Rogers, premiado en 2021 por la CFDA, ni Pyer Moss, la marca fundada por Kerby Jean-Raymond.
Una vez más se trata de una oportunidad para las marcas emergentes o todavía jóvenes para mostrarse, a menudo, en presentaciones, y no desfiles que son demasiado costosos. Este será el caso de Melke o de Dauphinette, que proponen una moda sostenible y ética.
Emma Gage, de 26 años, que ha fundado Melke durante la pandemia, lo tiene claro. Figurar en el calendario de la Fashion Week "te hace sentir que vas a estar aquí por mucho tiempo". "Es muy gratificante darte cuenta de que la gente va a ver mi trabajo y pensar que merece estar al lado de marcas que han tenido mucho éxito", explicó a la AFP en su pequeño estudio de Bushwick, un barrio de Brooklyn.
arb/af/ll/dbh/es
FUENTE: AFP
Dejá tu comentario