Irlanda se suma al acuerdo mundial de reforma de la fiscalidad (ministro)

El gobierno de la República de Irlanda acordó el jueves elevar su impuesto de sociedades para sumarse al acuerdo mundial de reforma fiscal negociado bajo la égida de la OCDE, despejando así uno de los últimos obstáculos para el éxito del proyecto.

El gobierno de la República de Irlanda acordó el jueves elevar su impuesto de sociedades para sumarse al acuerdo mundial de reforma fiscal negociado bajo la égida de la OCDE, despejando así uno de los últimos obstáculos para el éxito del proyecto.

Tras "discusiones detalladas, el gobierno ha aprobado que Irlanda se sume al consenso internacional" en materia de fiscalidad, declaró el ministro de Finanzas, Paschal Donohoe, en rueda de prensa en Dublín.

"Se trata de un paso muy importante" en la reforma mundial, afirmó.

Para alcanzar un compromiso, se modificó el texto del acuerdo que ahora se refiere a un impuesto de sociedades de tipo efectivo mínimo de 15%, en lugar de "al menos el 15%", una formulación a la que Dublín se oponía porque dejaba la puerta abierta a verse obligado por los demás países a aplicar un tipo más alto.

Este ha sido uno de los últimos pasos claves de una gran reforma fiscal mundial que cobró impulso con la llegada a la Casa Blanca del presidente demócrata estadounidense Joe Biden.

Tras meses de estancamiento, los dirigentes irlandeses, cuyo país tiene uno de los impuestos de sociedades más bajos del mundo, el 12,5%, emitieron el miércoles una serie de declaraciones que sugerían la cercanía de un compromiso.

El histórico acuerdo anunciado en julio bajo la égida de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y firmado por 134 países preveía la imposición de un tipo efectivo de "al menos" el 15% a las multinacionales con un volumen de negocio de 750 millones de euros (860 millones de dólares) o más.

Entre ellas se encuentran muchos grandes grupos tecnológicos estadounidenses, como Facebook o Google, que instalaron sus sedes europeas en Irlanda atraídos por su baja imposición.

Donohoe acogió con satisfacción el acuerdo del jueves, afirmando que proporciona "seguridad" y permite que Dublín siga siendo "un destino atractivo" para las empresas.

En un momento en que países de todo el mundo buscan fondos para enderezar sus finanzas públicas decimadas por la pandemia, esta reforma pretende luchar contra la evasión fiscal de las multinacionales, en gran parte estadounidenses, que se registran en países con tipos impositivos más bajos.

Con la firma de este compromiso, Dublín pone en entredicho su modelo económico de baja fiscalidad, que le ha permitido atraer a muchas multinacionales, sobre todo entre los gigantes tecnológicos y farmacéuticos.

ved/acc/mb

FUENTE: AFP

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