Irlanda se rinde ante el juego sublime y soberbio de España

Fue la peor derrota del equipo nacional irlandés en un gran torneo desde 1971, pero no son los cuatro goles, sino la manera en que se dio el resultado.

Para el rotativo "The Irish Times", La Roja puso de manifiesto una "dolorosa verdad", o varias: Que Irlanda practica un juego primitivo, que el técnico transalpino seguramente erró en la selección de jugadores y en el planteamiento y que España opera a "un nivel diferente".  

"A veces, resultó difícil de entender hasta qué punto Irlanda fue superada. La mayoría de los jugadores tuvieron buenos y malos momentos durante el choque, pero, a nivel colectivo, se quedaron muy lejos de España, que les superó pasando, corriendo, siendo más listos y, en ocasiones, hasta luchando más", dice la crónica de este diario.  

El "Irish Independent" habla ya de "eliminación" y "humillación", después de que la selección de Vicente del Bosque "no tuviera piedad" para poner en evidencia a los jugadores irlandeses y a la "filosofía" de fútbol de Trapattoni.  

"Por supuesto -señala su corresponsal en Polonia-, no es una deshonra perder contra España.

Durante los últimos seis años ha avergonzado a equipos mucho mejores que Irlanda. Pero esto ha sido una exhibición demasiado brutal que requiere una respuesta de Trapattoni".  

Todos los medios cuestionan el hecho de que el italiano, defensivo por naturaleza, diese una vuelta de tuerca más a su conservadurismo y decidiese cambiar a última hora el esquema de su equipo base.  

"Il Trap" optó ayer por quitar a Kevin Doyle como compañero de ataque de Robbie Keane y poblar el centro del campo con Simon Cox, otro delantero al que, en teoría, se le pidió tapar, crear y marcar: Demasiado para un jugador de banquillo.  

"El éxito de este planteamiento se puede juzgar no solo mirando al marcador, sino por el hecho de que, durante los 90 minutos de juego, el máximo goleador de Irlanda (Keane) tiró solo una vez a portería", recuerda el periódico "The Examiner".

Este medio opina que, antes incluso del final del partido, Trapattoni parecía "traumatizado" por "lo que acababa de presenciar", una situación "triste para un hombre orgulloso, pero impotente para hacer algo al respecto".  

El caso es que -insiste "The Examiner"- España no es un equipo de fútbol "cualquiera", de hecho, "su juego, simplemente, no es de este mundo".  

"No obstante, ni en nuestras peores pesadillas habíamos imaginado un partido en el que Irlanda iba a abandonar el campo tras recibir una buena lección y con el único consuelo de que el daño podía haber sido aún mayor", agrega el periódico.

EFE

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