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Heroica actitud de un civil: ayudó a policías y trasladó a herido
El hombre estaba al lado del local de El Correo cuando empezó el tiroteo. Ayudó a sacar a un policía herido y manejó el patrullero hasta La Española. Mirá el testimonio.
Diego Añón estaba vendiendo cosméticos en la farmacia lindera al local de El Correo cuando comenzó el tiroteo. Escuchó al menos 70 detonaciones y no dudó en ayudar a los policías.
“Cuando se terminaron las detonaciones pasó uno de los delincuentes por delante de la farmacia con el arma para abajo. Lo quería agarrar y no me dejaron”, relató.
En ese momento, Añón se percató de la presencia de heridos. Entró a El Correo y ayudó a sacar al policía Carlos Rodríguez, herido en la cabeza. Junto a un guardia de seguridad lo trasladaron hasta el patrullero de la seccional décima y los efectivos le dijeron que no tenían chofer, pero él no dudó en tomar el volante y trasladarlo.
“Me subí, vi que el auto estaba prendido y arranqué para La Española. Iba escuchando la radio, decían que fuera al Militar, otros a La Española, y me quise comunicar con ellos pero no supe usar la radio. Tampoco supe prender la sirena, así que fui a bocina abriéndome paso como pude”, contó.
Añón condujo el patrullero hasta el sanatorio, donde el policía finalmente perdió la vida.
“En la emergencia no reaccionaban, parecía en cámara lenta. Yo les pedía una camilla, diciendo que tenía un policía baleado y todos mirando. Agarré yo mismo una camilla de adentro y lo sacamos con tres o cuatro policías, compañeros de él”, agregó.
DESTROZOS EN MAUI CLUB. El local de Maui Club, ubicado en Benito Blanco y Martí, fue tomado por los delincuentes que buscaban una forma de escapar y quedaron atrapados allí.
Este martes Subrayado lo recorrió junto a su propietario, que mostró los destrozos causados por la balacera y contó que en un momento los ladrones consideraron tomar rehenes para intentar salvarse.
RESTAURANT SIRVIÓ DE REFUGIO A TRANSEÚNTES. El restaurant Fellini está en la esquina del local robado y le abrió la puerta a varios transeúntes que, desesperados, buscaban refugio de la balacera.
Uno de los mozos del local contó a Subrayado que varias personas que estaban en la parada de ómnibus les pidieron que los dejaran entrar.
Los dos delincuentes pasaron por la puerta de Fellini, pero no intentaron entrar. Por precaución, dijo, estuvieron 25 minutos tirados en el piso.
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