Hace un año, el enfermero Acevedo mató a un peatón con su auto

Fue un accidente del que salió sobreseído: la víctima estaba alcoholizada. La trágica saga familiar: la madre había matado a su primer marido.

 

 Un año antes de ser procesado por quince muertes de pacientes en la Asociación Española, el enfermero Juan Ariel Acevedo mató a un hombre conduciendo un auto por ruta Interbalnearia.

El hecho fue considerado un accidente y Acevedo fue sobreseído porque el peatón estaba alcoholizado, informó El País en su edición del domingo. Acevedo habría atendido a la víctima tomándole el pulso y diagnosticándole la muerte.

La nota toma testimonio de vecinos del enfermero en su barrio de residencia, Jacinto Vera, y de vecinos de Pirarajá, el pueblo del departamento de Lavalleja en el que vivió sus primeros años.

La madre de Acevedo, Mara Agriela, estuvo 14 años presa por matar a su primer marido.

Estudió enfermería durante su cautiverio, profesión que ejerció al terminar su condena y que marcó el destino de su hijo Ariel, fruto de un segundo matrimonio.

Ariel y su hermano Gustavo nunca tuvieron buena relación. El hecho determinó que fuera criado por su abuela paterna, Delia Margarita Clavería.

Sus familiares no quisieron confirmar la versión del abuso sexual sufrido por Acevedo, tal como contó su abogada Inés Massiotti, apenas se produjo el procesamiento por los pacientes muertos.

Sí, en cambio, la familia confirmó  que a los 13 años Acevedo emigró a Montevideo.

Se fue de Pirarajá aconsejado por un pariente de renombre: Saúl Clavería, ex director de Inteligencia de la Policía, famoso en los 90 entre otras cosas por un anuncio de batimiendo a duelo con el empresario periodístico Federico Fasano Mertens.

Eso explica por qué años después ingresó a la Policía, institución en la que revistó por más de una década.

PROBLEMAS BUROCRÁTICOS. Las informaciones sobre ambos enfermeros siguen sucediéndose a días de los procesamientos. Ambos se encuentran recluidos en la misma prisión: Juan Soler, en el departamento de San José.

Según informa Clarín, pese a estar en el mismo predio, no se ven. Tienen horas de visita diferentes y están en celdarios separados.

Hasta hoy los medios siguen informando sobre las razones por las cuales Marcelo Pereira continuó matando pacientes pese a haber sospechas y denuncias en su contra.

Aunque había pedidos de separación del cargo, el Hospital Maciel no lo removió de su lugar.

El centro asistencial prefirió dejar de lado los diagnósticos que indicaban que tenía problemas psiquiátricos y mal relacionamiento con sus compañeros, porque trasladarlo a otra sección suponía perder el puesto de trabajo en la unidad de cuidados cardiológicos, informa hoy El Observador.

La decisión debía correr por cuenta de la Comisión de Apoyo del Hospital Maciel, una figura pública no estatal a cargo de los Institutos de Medicina Altamente Especializados (IMAE).

La ley de Presupuesto de 2011 impedía el hecho en un caso como el de Pereira: contratado específicamente y en forma directa para este trabajo.

También las autoridades del Maciel confirmaron que hubo presiones de la Federación de Funcionarios de Salud Pública. 

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