En el gobierno apuntan a López Mena como responsable de todo

No tienen pruebas, pero en el Ejecutivo creen que por él fracasó la subasta de los aviones de Pluna. En el BROU la molestia es tal que no le darán más créditos.

 

En el Poder Ejecutivo ya son varios los jerarcas que señalan al empresario argentino Juan Carlos López Mena (propietario de Buquebús y BQB) como el gran responsable de que fracasara la subasta de los aviones de Pluna.

Así lo dijeron a Subrayado jerarcas del Banco República y del Ministerio de Economía, cuyas máximas autoridades, Fernando Calloia y Fernando Lorenzo respectivamente, son indagados por la Justicia por las condiciones en que se otorgó el aval a la aerolínea española Cosmo para que pueda participar de la subasta. López Mena declaró ante el juzgado de Crimen Organizado como testigo.

Fue López Mena quien, a pedido del gobierno, una vez que el empresario argentino dijo que no le interesaba comprar los aviones de Pluna, trajo a la empresa Cosmo como posible adquirente de las aeronaves.

Fue López Mena quien gestionó y consiguió el aval del República (así lo confirmó Calloia este martes a Subrayado), con el que Cosmo pudo participar del remate, ofertar, y quedarse con el derecho de compra de los aviones por un precio total de US$ 137 millones.

El representante de Cosmo, Hernán Antonio Calvo Sánchez (en la subasta se presentó como Antonio C. Sánchez), resultó ser un ex empleado de López Mena en Buquebus y padrino de uno de los nietos del empresario argentino.

Poco después de la subasta se supo que Cosmo no pagaría los US$ 137 millones, ni los US$ 13,6 millones de la garantía de mantenimiento de la oferta.

La aseguradora que presentó Cosmo como garantía para que el BROU le diera el aval fue Boston Seguros, una empresa argentina a la que está vinculada López Mena. BQB Seguros (otra empresa de López Mena) vende seguros de Boston y a su vez Buquebus está asegurada por Boston.

DERECHO DE COBRO. Otro aspecto que genera malestar en el gobierno con López Mena, pero que no pueden terminar de explicar, es el tema de los derechos de cobro de la garantía en caso de que, como se confirmó, Cosmo no pagara.

Por ley el derecho de cobro lo tiene el Fideicomiso que creó el gobierno para administrar y rematar los aviones de Pluna. Pero por alguna razón inmediatamente después de la subasta, el 1 de octubre, Cosmo pidió que el derecho de cobro de toda la operación lo tuviera el Ministerio de Economía, contraviniendo la ley que creó el Fideicomiso.

Una vez detectado el error, Economía le cedió el derecho de cobro al Fideicomiso, como correspondía. Pero el departamento Jurídico del Banco República dice que esa cesión de derechos es nula porque no se consultó a Cosmo (comprador) ni al BROU (fiador). Por esta razón el República no pagó los US$ 13,6 millones avalados ni al Fideicomiso ni a Economía. Y no lo hará porque de hacerlo, dice el BROU, jamás podrá cobrarle esa plata a Cosmo o a Boston Seguros.

Aunque no lo pueden explicar ni probar, en el gobierno creen que López Mena también tuvo que ver con este pedido para poner a Economía como beneficiario en vez de al Fideicomiso, error del que se agarran Cosmo y Boston Seguros para no pagar los US$ 13,6 millones.

SEIS MESES. En el gobierno creen que López Mena ganó tiempo. Desde julio, cuando el Ejecutivo cerró Pluna, no se encontró una solución, subasta mediante, para que otra compañía vuele con los aviones de Pluna y cubra las frecuencias de Pluna. En estos seis meses BQB, la aerolínea de López Mena, de bandera uruguaya, fue ocupando algunos lugares que dejó Pluna, sobre todo el puente aéreo Montevideo – Buenos Aires. Además, ahora que Iberia anunció la suspensión de sus vuelos Madrid – Montevideo, López Mena anuncia que cubrirá esa ruta a partir de abril de 2013.

En síntesis, en el gobierno se sienten engañados por López Mena. Trajo un comprador para los aviones de Pluna, consiguió el aval del República (radio El Espectador informó que le dieron el aval a Cosmo solo porque lo pidió López Mena) y luego esa empresa no pagó. Al pedir en la subasta que se pusiera a Economía como beneficiario del cobro se desató una seguidilla de errores que impedirán el cobro de la garantía. Esto no exime de responsabilidad al gobierno por estos errores y por la celeridad con que otorgó el aval a una empresa que desconocía, aunque fuera "acercada" por un empresario conocido del República y del gobierno, como López Mena.

A propósito, según supo Subrayado, el malestar del BROU es tan grande con López Mena que nunca más le dará un crédito.

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