PROTAGONISTAS

En Club Cordón comenzó una escuelita de básquet para niños con TEA y síndrome de Down

Paula Mollica, madre de Gaspar, un niño que va a la escuelita, contó cómo vive la experiencia. Desde el club hablan de integración.

Hace dos semanas comenzó a funcionar en el Club Cordón la Escuelita Básquet Puente, para chicos con Trastorno del Espectro Autista y síndrome de Down.

En la víspera del Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo, Subrayado visitó el club y conoció a la familia de Gaspar, uno de los integrantes del equipo.

“El objetivo fundamental es que ellos vengan y tengan su espacio. Que el básquetbol sea una excusa para encontrarnos, para aprender, para jugar”, contó José Fajardo, uno de los voluntarios de la escuelita.

El entrenador Damián García remarcó la diferencia entre inclusión e integración, y sostuvo que Puente se centra en la segunda de estas. “Que los chicos vengan, tengan su etapa de desarrollo, que vayan mejorando y cuando ya estén aptos, integrarlos a los planteles del club, indicó.

“Se preocupan muchísimo por cada uno, adaptan dentro de lo que es la clase, a cada niño, lo que precisa”, apreció la madre de Gaspar, Paula Mollica.

José Fajardo contó que el desafío mayor fue el primer día de clase. Pero luego fue entendiendo la dinámica de los niños. Al día siguiente, afirmó, ya fue distinto.

“Los papás vienen al entrenamiento y se suman a la práctica, tienen ese espacio diferente que no es la casa para compartir con ellos”, añadió Damián.

Para Paula, es un espacio ameno para compartir, siente que el club los ha recibido “con brazos abiertos, muchísima empatía, muchísimo respeto”.

“Muchas veces las familias estamos en un momento de saturación con lo que es las inversiones, no me gusta decirle gastos, pero son muchísimas. Entonces lo que tiene este espacio es que el costo es muy accesible”, remarcó la madre de Gaspar: “Y eso está buenísimo porque también lo hace accesible e inclusivo en términos más amplios”, acotó. La cuota es de 300 pesos.

También recordó que es importante saber que “los chiquilines siempre van de menos a más” y que la capacidad de aprender, está.

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