En Uruguay el 50% de 283 homicidios ocurridos en 2017 no tuvieron resolución, según el último informe del Observatorio Nacional Sobre Violencia y Criminalidad del Ministerio del Interior
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En 2017 subieron los homicidios y bajaron las denuncias de rapiñas y hurtos
El Ministerio del Interior dio a conocer el mapa del delito en 2017. El 50% de los asesinatos no tuvieron un esclarecimiento
Se registró un leve aumento de los asesinatos, ya quel año anterior fueron 268.
En el 60% de todos los homicidios se utilizó arma de fuego, mientras que el 40% restante se empleó algún otro medio.
El resto fueron calificados en origen como "altercado espontáneo (no doméstico) (16%), por rapiña o copamiento (13%), violencia intrafamiliar (13%), por "otros motivos" (5%) y por motivos desconocidos (8%).
MENOS RAPIÑAS
En Montevideo se cometieron 707 rapiñas menos que en 2016. Pasaron de 15.659 a 16.366.
Los cinco barrios que acumulan mayor cantidad de denuncias en la capital son Unión (744), La Paloma (741), Casavalle (668), Cerro (621) y Punta de Rieles - Bella Italia (51)
En 2017 la tasa de denuncias de rapiña consumada cada 100 mil habitantes fue de 513, cuando en 1989, el dato más antiguo que se lleva registro, era de 64 cada 100 mil
Las denuncias por hurto tuvieron una leve caída de 1,8% en Montevideo, y un aumento de 3,9 en Canelones. En todo el país la variación fue de 0,4, por lo que prácticamente no hubo diferencia: 428 hurtos menos.
Las denuncias por hurtos se concentran en La Unión (2.630), Cordón (2.231), Pocitos (2.051), Buceo (1.944), y en Parque Batlle - Villa Dolores (1.725).
PADO Y VIDEOVIGILANCIA
El informe 2017 asegura que los buenos resultados se deben al programa de dedicación full time para policías denominado PADO y a la nueva televigilancia que se se desarrolla en buena parte de Montevideo y se está trasladando también al interior del país.
"Por primera vez en mucho tiempo -dice la evaluación- los delitos de hurtos y rapiñas se redujeron gracias a la aplicación de medidas como la descentralización de la operativa policial merced a una reestructura absolutamente consolidada, la instrumentación de modelos de patrullaje asociados al comportamiento delictivo y su geolocalización (PADO) y la aplicación de nuevas tecnologías como la videovigilancia".
"No obstante ello el comportamiento criminal se adecúa a la respuesta y muta rápidamente lo que obliga a rediseñar los modelos y estar atentos para ser efectivos. Luego de un auspicioso comienzo de aplicación del PADO en la zona metropolitana, que redujo sensiblemente los delitos en su zona de influencia directa, se pudo apreciar un incremento de la actividad criminal que, sin lograr revertir la baja en el año que cerró, obligó a ajustar los circuitos y reforzar los controles de motos como medidas inmediatas para sostener la tendencia", agrega el documento.
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