El PSG se coronó campeón de la Copa Intercontinental tras vencer por penales al Flamengo

El georgiano Khvicha Kvaratskhelia marcó en el tiempo reglamentario el gol del PSG en el minuto 38.

El italiano de origen brasileño Jorginho, de penal, niveló en el minuto 62.

Dirigidos por Luis Enrique, los franceses se dan un gusto en la Intercontinental, después de perder 3-0 contra el Chelsea la final del Mundial de Clubes en Estados Unidos en julio.

Ha sido un año extraordinario para el PSG, con seis títulos: la Supercopa, la Liga y la Copa de Francia, la Champions League, la Supercopa de Europa y, ahora, la Intercontinental. Emula así los sextetes del Barcelona en 2009 y el Bayern de Múnich en 2020.

El dominio europeo, en tanto, sigue en esta clase de torneos.

El último equipo sudamericano que ganó la Copa Intercontinental o el Mundial de Clubes fue el Corinthians en 2012.

"El mejor equipo del mundo"

"Es el mejor equipo del mundo", dijo el volante internacional uruguayo Giorgian de Arrascaeta, el 10 del Flamengo, rindiéndose ante la superioridad del PSG.

"Fuimos atrás en el marcador y conseguimos empatar, pero nos faltó un poquito de piernas para completar la remontada y, después, en los penaltis no pudimos", agregó.

Ganador del Balón de Oro y el premio The Best de la FIFA, Ousmane Dembélé, lastrado por problemas físicos en los últimos meses, comenzó el partido en el banquillo.

Luis Enrique apostó por un ataque con Désiré Doué, el surcoreano Kang-in Lee y Kvaratskhelia. Filipe Luís, del otro lado, puso en cancha lo mejor que tenía.

El PSG tomó rápido el control y un error del arquero rubro-negro, el argentino Agustín Rossi, acabó con un disparo de Fabián Ruiz que anidó en la red cuando ni siquiera se habían cumplido 10 minutos.

La jugada, por fortuna para los brasileños, fue anulada por el VAR: el balón había salido por la última línea cuando el arquero lo regalaba en un mal despeje.

Aunque el Flamengo resistía, el dominio del PSG era abrumador.

Y no cambiaron las cosas pese a que Luis Enrique debía cambiar de planes con la salida por lesión de Lee, entre lágrimas, en el minuto 35.

Otro fallo de Rossi fue, esta vez sí, aprovechado por los parisinos.

Doué centró desde la banda derecha en busca de Kvaratskhelia y el cancerbero salió a cortar, pero terminó dejando la esfera a los pies del georgiano, quien anotó sin oposición.

"Fue una bola muy rápida (...). Se me fue entre la punta de los dedos", lamentó Rossi.

De Rossi a Safónov

La entrada de Pedro fue el primer movimiento de Filipe Luís, que intentaba incluir una pieza para ayudar a fijar a la impasable dupla de centrales formada por el brasileño Marquinhos y el ecuatoriano Willian Pacho.

Y las circunstancias lo ayudaron, porque el penal llegó muy rápido.

De Arrascaeta fue derribado por Marquinhos en el área y, por intermedio del VAR, el árbitro sentenció penalti.

Convirtió Jorginho, con su categoría de campeón del Mundial de Clubes, un trofeo que alzó con el Chelsea en 2022.

Luis Enrique respondió con la entrada de Dembélé. Ya no había nada que reservar.

Sobre el final de los 90 minutos, el Balón de Oro generó una punzante jugada que Marquinhos, con todo a su favor, no pudo finalizar.

Así llegó la prórroga, los penales y la hora de Safónov, con una buena pizca de complicidad de los cobradores del Flamengo, muy flojos.

"¿De dónde salió ese arquero?", lamentaron en un bar de Rio de Janeiro.

"Siento mucho orgullo, porque los penaltis son una lotería", dijo a la AFP Douglas Rodrigues, corredor de seguros de 36 años que hinchaba por el Fla. "Jugados de igual a igual".

FUENTE: AFP