El origen del Cuarteto de Nos, los ganadores del Grammy 2012
Qué unió a los hermanos Musso con Santiago Tavella y Alvin Pintos. Woody Allen, los Rolling y el Liceo Elbio Fernández. El primer fracaso de Estudiantina 1977
"La tercera fue la vencida": las palabras de Roberto Musso ante la TV internacional luego de que el grupo ganara anoche dos premios Grammy esconden décadas de contracción al trabajo e inspiración.
Musso, de 50 años, seguramente pensó en aquel cumpleaños de 15 de los años 70 en el que debutó como frontman.
El "Centro Musical Moderno", una institución que ya no existe, fue en parte responsable de este reconocimiento internacional y de aquella primitiva zambullida en el mundo de los covers.
El cuarteto -hoy quinteto sin más explicaciones- ganó por su disco llamado "Porfiado" y por "Cuando sea grande" por mejor canción.
Este desconocido centro de enseñanza de solfeo fue el punto de partida de los hermanos Roberto y Riki Musso en los años 70.
SIMPATÍA POR ULTRATÓN. La vocación por el escenario los llevó a Cacho Bochinche. Allí tocaron una canción de Abracadabra, un grupo pop argentino que estaba de moda. Además, Roberto cantó allí "El amor como el viento", una de las cumbres del kistch porteño. Ultraton fue un involuntario testigo de aquella hazaña.
Roberto suele contar que fue una concesión al mercado. En realidad ellos querían cantar la balada de Sacco y Vanzetti, pero no los dejaron. Fue la primera censura que sufrieron. La segunda fue muchos años después, con "El día que Artigas se emborrachó", cuya estela polémica llegó al Parlamento y se convirtió en el gran hit de su carrera.
Cuando cuentan esta primera experiencia se ríen sin parar, sobre todo teniendo en cuenta cómo se colaron años después en el under montevideano disfrazados de viejas con la ropa de la abuela.
Muchachos de apartamento al fin, los Musso ya cultivaban el humor absurdo. Así habían comenzado a solar con la ciudad de Tajo, una localidad imaginaria que les permitía vivir fuera de la dictadura militar que reinaba afuera.
Sin juegos de vereda, sin fútbol ni ring-raje, los hermanitos se recluían en el cuarto e inventaban cosas, programas de radio, etcétera.
En el Liceo Elbio Fernández conocieron a Santiago Tavella y al periodista deportivo Juan Carlos Scelza. Por suerte para la música eligieron como amigo a Tavella, que se convirtió así en compañero inseparable de correrías.
Los Musso y Tavella comenzaron a verse por dos razones: los discos de Led Zeppelin y Beatles en poder de Tavella. Según Roberto, un factor de unión secundario, pero nada menor, fueron las amigas de la hermana de Santiago.
Sin darse cuenta, fueron construyendo el corpus ideológico de la banda. Tavella les prestó el libro "Sin plumas" de Woody Allen. Conocieron el teatro del absurdo y flashearon con "Esperando a Godot" con Restuccia y Cerminara en Teatro Uno. En el cine conocieron a los Monty Phyton y "El sentido de la vida".
SOY UNA VIEJA. El Cuarteto empezó a componer sus temas a principios de los años 80. Nueve de cada diez fueron escritor por Roberto, que con los años se convirtiera en ingeniero de sistemas y en empleado de Ancap.
Al principio cantaban covers. Tocando canciones de los Creedence y los Rolling participaron en Estudiantina en 1977, un programa emitido por Canal 12.
Fueron eliminados en primera ronda, pero a modo de compensación allí conocieron al baterista Álvaro "Alvin" Pintos, quien luego sería el cuarto integrante del cuarteto. Alvin sí llegó a la final con su grupo y ganó el certamen. Cinco años después sustituiría a Leo Baroncini en la percusión del grupo.
Roberto contó a la revista Qué Pasa el descacharrante primer encuentro con Alvin: "La primera vez que nos vimos yo venía de un partido de fútbol y me habían roto la paleta. Hace poco me confesó que al volver a la casa, los padres le preguntaron cómo le había ido y él dijo: tienen buenas canciones, lástima que no van a llegar muy lejos. El cantante es un terraja sin dientes".
Así nació el núcleo duro de lo que artísticamente se dio en llamar Cuarteto de Nos, que comenzó a brillar en la escena de los 80 en los Montevideo Rock.
Para muchos eran "las viejitas". Subían a tocar vestidos como si fueran una versión punk de "Las Rivarola", aquellas hermanas solteronas que interpretaban Espalter, Almada y D' Ángelo.
La historia de las viejas surgió un poco de casualidad cuando mandaron el primer demo al sello Ayuí. Para acompañar el casete enviaron una foto al piano de la mamá de los Musso, la abuela y unas tías durante un cumpleaños familiar. La buena idea tuvo que ser llevada a la realidad. La abuela fue cómplice y prestó sus trastos a los impertinentes rockeros.
El Cuarteto tiene el récord de ventas en el rock nacional, 20.000 copias vendidas con "Navidad en las trincheras" (1994). Únicamente Jaime Roos, con Brindis por Pierrot logró vender más, con unas 24.000 unidades vendidas.
Pero desde que editó el disco "Raro" en 2006, la banda dio un salto internacional que ayer terminó de consolidarse. El Cuarteto cambió sonido, mejoró sus puestas en escena y contrató a Juan Campodónico para adecuar los arreglos al mainstream.
En el camino quedó Riki Musso, que se alejó del grupo por cuestiones estéticas. De este modo, su partitura dio un giro inesperado. Ya en los 50 años, sus integrantes finalmente se han convertido en estrellas de rock globales. ¿Qué dirá Ultratón?
FOTO: Formación actual del Cuarteto con Santiago Marrero en teclados y coros y Gustavo "Topo" Antuña en guitarra y coros.
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