Me gustaría que vieran esta foto; es un salón de clases, sí aunque no lo parezca.
El ómnibus que Varela nunca imaginó
Me gustaría que vieran esta foto; es un salón de clases, sí aunque no lo parezca.
Tiene un metro y medio de ancho, diez de largo y dos pequeñas ventanas que están selladas y no se pueden abrir.
Ahora cierren los ojos e imaginen a dieciocho niños y una maestra en plena clase.-
El personal de la escuela bautizó al salón como “el ómnibus”, en el lugar no hay posibilidades de moverse, es ideal para quien tenga vocación de estatua o de blandengue.-
El “salón” forma parte de las escuelas 64 y 308, que funcionan en el local de la calle Camino de la Aljaba 1632, en el barrio Manga.
Si se suman los dos turnos, son más de mil niños los que concurren al lugar.
Los padres, que puntualmente llegaron a la escuela con sus hijos este 1º de marzo, terminaron haciendo un tour por el local junto a los maestros, quienes minutos antes les habían informado que las clases estaban suspendidas.
La explicación brindada por el gremio de docentes (Ademu) en la puerta del local, tenía la lógica de los viejos chistes: “tengo una noticia buena y otra mala para contarte.. ¿cuál querés primero?”
La buena, es que se están colocando las nuevas cañerías y se están reparando los baños. La mala, es que las obras comenzaron recién el 12 de febrero, que el patio está hecho un chiquero de barro y que un puñado de obreros va y viene en medio del estruendo de sus herramientas.-
Si todo sale bien y llueve poco, los trabajos de reparación estarán terminados dentro de dos semanas.-
Pero volvamos al “salón ómnibus” y sus particularidades; los maestros afirman sentirse agobiados y más de uno terminó en la consulta médica después de un año de estrés.
“Donde tengas dos o tres medio revoltosos, cómo controlas una clase ahí adentro”, afirma un docente de arte que da clases en la escuela desde hace varios años.
El paso del tiempo también es evidente en el resto de los salones del edificio, paredes con revoques caídos y bancos de madera (de los viejos, aquellos que tenían para apoyar el tintero) totalmente destartalados.-
“Hay gente en Primaria que no entiende que esto no se arregla sólo con vocación… ¿qué ganas de dar clase puede tener un maestro joven que llega y se encuentra con este panorama”, comentan dos delegadas de Ademu.-
Señalan que hay un problema profundo en la gestión, “los maestros sabemos de educación, pero cuando se llega a altos cargos, hay que saber gestionar los recursos y ser eficientes”, acotan.
Mientras tanto “el ómnibus” de la escuela de Manga, no es como el tren de las oportunidades que dicen, pasa sólo una vez; el estrecho pasillo convertido en salón se mantiene allí casi como una broma absurda y no precisamente para quienes lo padecen todos los días.-
Clínc, clinc!!! “abrí la del fondo que se baja Varela…”
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