México está necesitado de superhéroes verdaderos. Ni gobierno omiso ni narcos filantrópicos.
El médico que se disfraza de superhéroe para curar niños con cáncer
Sergio Gallegos Castorena reúne así sus vocaciones: la medicina y la risa. Él mismo padeció cáncer
Sergio Gallegos Castorena es un médico que cada dia se enfrenta con niños con cáncer.
Y lo hace de una forma profesional, pero sin perder la sonrisa.
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Este tapatío volvió a la Guadalajara natal tras recibirse, decidido a salvar muchas vidas.
Aparte de su formación, Gallegos contaba con la experiencia personal de haber tenido cáncer él mismo. Lo diagnosticaron cuando tenía 17 años.
Un tumor terminal en etapa tres le hizo creer a los médicos que lo atendieron que su esperanza de vida era casi nula.
Sus padres buscaron una segunda opinión en Estados Unidos y ahí los especialistas encontraron que era un cáncer operable en un 80%.
Ocho meses de tratamiento la enfermedad desapareció.
“Me fijé dos misiones en la vida: vivir cada día agradeciendo a Dios por la oportunidad que me dio y convertirme en un médico de excelencia especializado en cáncer infantil para que otros niños no tuvieran que ir a tratarse a otro país como yo”, relata Gallegos Castorena. .
A los 19 años, Gallegos Castorena cursaba el primer semestre de Medicina, pero también dedicaba parte de su tiempo a entretener niños disfrazado de payaso.
“Lo dejé de hacer un tiempo por mis estudios, pero en 2000 lo retomé en el Hospital Infantil de México Federico Gómez. Lo empecé a hacer cada Día del niño y funcionaba muy bien”.
FUERZAS A LA ALTURA DE TUS RETOS
En diciembre de 2007, este médico de 42 años ingresó en el Hospital Civil de Guadalajara como encargado del área de leucemia.
“Prácticamente el 80% de los días que doy consulta vengo disfrazado”, asegura.
Santa Claus, los Reyes Magos, el muy mexicano Chapulín Colorado, Capitán América, Batman, Spiderman, Iron man, El Santo, príncipes, futbolistas, brujos y hasta chefs son algunos de los personajes que representa el doctor.
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Gallegos Castorena señala que con cada disfraz busca transmitir un mensaje. “Este mes estoy viniendo de El Santo, El enmascarado de plata, y el lema es que somos luchadores. Estamos luchando todos para que salgan adelante. Cuando a los niños los visita el Capitán América, por ejemplo, su mensaje es: “No pidas retos a la altura de tus fuerzas, sino fuerzas a la altura de tus retos”.
Según explica, Spiderman invita a los pequeños a prepararse y a cumplir sus sueños. El Chavo del ocho les transmite que aunque vengan a tratamiento tienen que seguir jugando, pues son niños. “Haces una conexión mágica. Hay niños que cuando me ven de doctor lloran y dejan que los revises. En cambio, cuando los atiende un personaje entran corriendo a la consulta”.
También muchos niños llegan disfrazados a sus consultas. "Una vez vino Hulk y quiso levantar mi escritorio. Ahora, cuando van a terminar su tratamiento me escriben por Facebook y me piden que me vaya de algún personaje el día que los voy a dar de alta y yo lo hago”, dice. “Cuando entran a la consulta lo que uno busca es preservar su inocencia, sus ganas de soñar”
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Para el doctor Héctor Raúl Pérez Gómez, director general del Hospital Civil de Guadalajara, Gallegos Castorena es más que un buen oncólogo. “Ha entendido que atender a un niño enfermo es atender a todo un contexto de complejidades familiares y sociales. Ha creado una red de apoyo para los niños que necesitan que los profesionales de la salud los veamos como seres humanos", asegura a Verne el médico en entrevista telefónica.
Pérez Gómez añade: “Los mecanismos del doctor para lograr la confianza del paciente y, con lo anterior, generar apego a los tratamientos para este tipo de enfermedad han sido muy efectivos. Me consta que entra a las profundidades de la dinámica familiar de los niños para robustecer sus redes sociales de apoyo y con ello mejorar las posibilidades de curación”.
Según datos del hospital proporcionados por su director se han atendido a 7.300 niños con una tasa de curación del 78%. "En el caso específico de leucemia estamos alcanzado prácticamente el 80% de curación de niños con esta enfermedad. El trabajo de Gallegos ha sido fundamental para alcanzar estos porcentajes", asegura.
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